Pongan un Rubén Ramiro en su equipo

A.S.G.
-

1
Real Ávila
0
Becerril
Finalizado
La salida del extremo en la segunda mitad, clave para lograr la primera victoria de los encarnados. En un partido trabado ante un Becerril muy defensivo, su asistencia permitía a Javi de Mesa abrir el marcador

El Real Ávila sumó su primera victoria de la temporada.Ganó, así de sencillo. Jornada de servicios mínimos en una tarde para ser prácticos en la que el Becerril puso en muchos problemas a un equipo encarnado al que le costó encontrar el ritmo al partido. O mejor dicho, cambiarlo.Porque los palentinos metieron al duelo en una tarde de bostezos y suspiros hasta la salida de RubénRamiro. El extremo madrileño empezó en el banquillo y bien pudo salir a hombros. Porque en estos momentos el ex del Rayo Vallecano no tiene sustituto.En forma, debe ser titular siempre. Ylo está. En un partido aburrido, trabado y sin ritmo, saltó en la segunda mitad para inventarse una asistencia de gol hacia Javi de Mesa.Le regaló el gol, como De Mesa se lo regaló a él ante el Real Burgos. Que conectan es algo más que evidente. Regaló un gol, pudo sumar un segundo en un duro disparo que repelió Sevi y concedió a los encarnados, por fin, su primer triunfo de la temporada.

Vino a cerrarse el Becerril y se cerró. Lo esperaba Jonathan Prado, que movió el once inicial. Llorián en la grada, Rubén Ramino y Manu Moreira en el banquillo. Mucho movimiento en un Real Ávila que necesitaba ganar y al que este miércoles le espera el Atlético Astorga. Porque dos empates después, un tercero no sería comprensible. No tardó el equipo encarnado en volcarse sobre los palentinos. Bien plantados, los de Edu Narganes tenían claro el plan.  Costaba llegar al área. Que el primer intento fuera a balón parado –le faltó confianza a Rubo de poder alcanzar el balón– no era de extrañar. Que el segundo también fuera un córner era lo normal. Esta vez fue Rafa Álvarez, pero no encontró portería. Buscaba encontrarse el Real Ávila sobre el césped y esperaba su oportunidad el Becerril. Un mal pase, una pérdida, una distracción. Se mantenían a la espera los de Edu Narganes. Un minuto menos, un minuto más cerca de sumar. El plan de los palentinos era claro.

Quería cambiar el rumbo el equipo encarnado pero no encontraba el camino. No se encontraban Ortiz, Jorge y Sergio en el centro del campo. Lo intentaban De Mesa y Guille Velayos, pero no terminaban de cambiar la velocidad a un partido lento, cansino, trabado. No lo veía claro el Adolfo Suárez, con poco a lo que agarrarse para animar y empujar al equipo. El balón era de los encarnados, pero sin ocasiones. Llegada la media hora de juego Sevi aún no había calentado sus guantes. Ycuando lo hizo, fue por fuego amigo. Porque le intento de despeje de Merino –minuto 35– se pudo convertir en el 1-0. Reaccionó bien el portero ante un inoportuno cabezazo del central.Paso atrás para despejar a tiempo lo que pudo ser un gol en propia puerta que hubiera roto todos los planes de Narganes.

Se movían Jorge, Ortiz y Sergio sin suerte. La primera prueba sin Peli, lesionado para dos meses, no estaba dando sus frutos. Salía del banquillo Jonathan Prado. No le gustaba lo que veía. Ni  él ni a nadie. Porque el descanso llegó sin ocasiones, sin oportunidades y con dudas.

Necesitaba mover y remover los ánimos el equipo encarnado. Saltó al campo Rubén Ramiro y tuvo la primera Rubo cuando la segunda mitad sumaba sus primeros segundos. No tenía ángulo pero lanzó un duro disparo que blocaba en dos tiempos Sevi. Primer disparo de los encarnados entre los tres palos. Pasaban los minutos y no pasaba nada. Se impacientaba el público, que dejó entrever su desaprobación. Porque el equipo encarnado era incapaz de meterle otra velocidad a un partido marcado por el guión del Becerril.

No había huecos en la defensa palentina pero vio un resquicio Rubén Ramiro, opción B tras el descanso. No está el Ávila para prescindir de su mejor jugador en estos momentos. El extremo vio el desmarque de De Mesa, puso el balón a la espalda de Sierra para que De Mesa controlara el balón en el área y poder encarar al portero. Ante Sevi, toquecito sutil y caño. Todo en uno. Superaba al portero, el balón golpeaba en el palo y entraba en el fondo de la red para hacer el 1-0 y quitarse un peso de encima. Porque con el gol cambió el escenario y los ánimos. Lo intentó de nuevo Rubén Ramiro con un duro disparo desde fuera del área y quiso dar un paso adelante el Becerril. No le quedaba otra.El guión inicia ya no le valía, aunque le fue útil durante muchos minutos.

Necesitaba el empate elBecerril.Descuidó la espalda y se acercó el Real Ávila de nuevo a los dominios de Sevi. No terminaba de matar el partido. Pudo hacerlo Rubo, pero controló mal y se le echó encima la zaga palentina, ya inquieta por un marcador que sonreía, ahora sí, a los encarnados.

Llegaban los minutos de la basura y lo hacía el equipo encarnado sin haber matado el partido. Demasiados recuerdos tras lo visto ante el Real Burgos y Júpiter Leonesa B como para relajarse. Y la tuvo Carlos, que en el 90’ remató sin opción. La más clara de los palentinos. Porque falló la defensa, remató el ‘8’ solo y el cuero se fue fuera por muy poco. Un sudor frío recorrió la espalda del Adolfo Suárez. Hubiera sido un borrón inesperado en un gran partido de Oli, Rafa y Corozo.Por suerte esta vez los fantasmas se alejaron del Adolfo Suárez.