Quien pase de noche por La Encarnación podrá ver el monumento en todo su esplendor (también desde la lejanía) gracias a su incorporación al Plan de Iluminación Ornamental que facilita que se haya puesto luz en el patio, la fachada exterior y los dos lados de la Espadaña.

Con motivo de su puesta en funcionamiento se realizó una visita en la que el alcalde, José Luis Rivas, explicó que con este monumento se incluyen cinco puntos viarios con 416 vatios de potencia y a ello se une la iluminación del monasterio en sí, con la fachada y la Espadaña, con 34 puntos de luz y 1.087 vatios. Este proyecto, que llega de la mano de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento dentro del trabajo por el Año Jubilar Teresiano pretende que el monumento extramuros tenga una «visión panorámica importante» a la vez que se embellece la ciudad. Así se busca que los vecinos de Ávila puedan disfrutar de su ciudad y también sus visitantes.

Como parte de los integrantes del barrio, el capellán de La Encarnación, el padre Arturo Díaz, aseguró que «se hizo la luz» y destacó que es una alegría tener esta iluminación tanto por lo que supone en la parte estética y artística, para valorar más lugares de Ávila y en este caso un espacio teresiano, y también como parte práctica para quienes viven en el barrio porque era un barrio «semioscuro».

De forma parecida se pronunció la presidenta de la asociación de vecinos Barrio de la Encarnación, María del Carmen Rufes, que aunque está encantada con la iluminación del monumento también reclamó más luces para las calles del barrio.

En el acto, junto con otros vecinos, estuvo también presente la hermana María Rosa, de las Siervas del Evangelio, que se refirió a que se trata de un lugar muy especial para los abulenses y el turismo.

Por su parte, Héctor Palencia quiso agradecer la colaboración de las carmelitas para que el proyecto se hiciera realidad.