Aunque finalmente podrá esquivar el quirófano –«es la mejor de las noticias dentro de la gravedad»– Pablo Fernández dice definitivamente adiós a lo que resta de temporada tras dañarse el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha en un entrenamiento. El base, que ya ha sido operado en dos ocasiones de dicho ligamento, sufrió una nueva lesión en su rodilla en el pasado entreno del lunes tras un mal apoyo cuando realizaba uno de los ejercicios de la sesión. A partir de ahora «reposo y tranquilidad hasta que se recupere al cien por cien».Y no será ya hasta la próxima temporada, porque las previsiones más optimistas de los galenos han fechado en cerca de un mes el tiempo que deberá permanecer fuera de las canchas para poder recuperarse antes de volver a los terrenos de juego.
Duras noticias para el jugador, y no menos complicadas de digerir para el Grupo Eulen Carrefour El Bulevar y el cuerpo técnico dirigido por ArmandoGómez, que se enfrenta en las próximas jornadas, y en especial a la más inmediata ante el Aurteneche Maquinaria Euskadi, a un serio problema con difícil solución en lo que a dirección de juego se refiere. Porque en estos momentos el equipo verderón no sólo se queda en la plantilla con un único base puro –Óscar Herrero– para poder llevar el juego del equipo, sino que «nuestros exteriores no tienen esa capacidad para poder subir el balón a posiciones de ataque».Así analiza Armando Gómez la situación que se le plantea al equipo ante una baja «seria y en una posición tan importante como la de base», mucho más aguda si se tiene en cuenta que esta temporada «Pablo Fernández estaba siendo una pieza fundamental en el equipo, por su forma de jugar, por la energía que transmite y va a ser una baja complicada y vital para las cinco jornadas –Aurteneche, Unicaja, Prat, Palma y Oviedo– que aún quedan».
Y las cosas no pintan bien, porque en estos momentos la situación económica del equipo no es precisamente la más acorde para abordar un desembolso para la contratación de un nuevo base. «Ya se hizo un esfuerzo enorme para traer a Toni Vicens –llegó para suplir la marcha de Pape Sow– y Javier Hernández llegó haciendo un esfuerzo personal enorme.El que pudiera venir debería ser así, pues el club ya no puede asumir más esfuerzos» comenta el técnico reconociendo un asunto en el que el club está tratando de moverse con celeridad con el fin de poder incorporar un nuevo jugador. Una opción en la que al cierre de estas páginas seguían trabajando desde la dirección del club.
Es por ello por lo que Armando Gómez tiene claro que cualquier solución de urgencias deberá venir de la propia plantilla.Al menos ante el partido ante Aurteneche. No parece que la cantera pueda ser una solución. Descartada la presencia de un júnior de la Escuela Municipal, y sin la presencia esta temporada de Fuenlabrada en EBA, lo que podría aliviar este problema, tampoco parece posible recurrir al júnior del Alta Gestión Fuenlabrada, del que Armando Gómez ya pudo contar en la séptima jornada con Sebastian Bacale Mbansogo Obiang, que se desplazó con el equipo al encuentro ante Unicaja Clínicas Rincón precisamente en un choque al que Pablo Fernández acudía con problemas. «Ya nos ayudó en su momento, pero ha tenido una lesión grave de tobillo de la que aún se sigue recuperando» señalaba ante esta posibilidad Armando Gómez, que «pese a que milagros no se pueden hacer» deberá «reconvertir» a un jugador en las próximas horas para la posición de base.