El Real Ávila echa el cierre al 'kiosco'

A.S.G.
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Real Ávila
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Briviesca
Finalizado
Obligados a ganar para acercarse el Numancia B, el empate sin goles ante el Briviesca obliga a los encarnados a despedirse de la lucha por la cuarta plaza. Los del Adolfo Suárez, de nuevo sin gol

Quedan nueve partidos por delante, 27 puntos por disputar, pero aunque la calculadora aún diga lo contrario, el Real Ávila se despidió este domingo de la lucha por la cuarta posición en una tarde en la que tenía la obligación de ganar al Briviesca. Una obligación y una oportunidad después de la derrota del Numancia B en la tarde del sábado. Sin embargo el equipo encarnado volvió a tropezar en la misma piedra. Porque los encarnados no tienen gol. Un tanto en los últimos seis partidos no es un currículo desde el que presentarse como candidato a pelear por la cuarta posición.El reto pedía  mucho más.Quiso el Real Ávila opositar, y si ante el Bembibre fue un mal pretendiente, al menos ante el Briviesca lo intentó, pero le faltó el colmillo, el instinto y la picardía. «Si este domingo no ganamos habrá que cerrar el kiosco» avisó JonathanPrado antes del duelo. El ‘kiosco’ está cerrado.   

Lo intentó el equipo encarnado, que en diez minutos había demostrado más ante el Briviesca que en los 90 ante el Bembibre, cuyo recuerdo en el Adolfo Suárez aún perduraba entre la afición. Ortiz, indescifrable para la defensa burgalesa en los primeros minutos, tiraba del carro, pero fue Edu el que, en una gran internada por el lateral, le ponía a Iván Vila un balón de gol que el ‘9’ la golpeaba mordida. El vasco se lamentaba desde el suelo mientras el cuero se marchaba fuera.  

Cercaban los encarnados el área de Marco, reculaban Mena y Pibe, desbordados, y De Mesa –minuto 19– volvió a rellenar el casillero de las ocasiones falladas. Porque Mayorga porfió en un balón largo.La salvó sobre la línea de fondo, se marchó de Canelo sobre la cal y la puso al área pequeña. Era un dulce caramelo a la puerta de un colegio. Sólo había que empujarla. No llegaron Ortiz ni Vila, pero sí De Mesa, cuyo disparo golpeó en el lateral de la red cuando algunos aficionados ya se preparaban para festejar el tanto. No llegaba el gol pero sí las ocasiones. La tuvo Ortiz y  volvería a tenerla De Mesa. Si al primero se la volvía a regalar Mayorga, incisivo desde el extremo en esta primera mitad, al segundo se la regaló Ramos. Le dibujó el desmarque De Mesa y sacó el tiralíneas Ramos, que volvía a parecerse al de las primeras jornadas. Su pase, a la espalda de Pibe, rompió todas las líneas. La recogió De Mesa en el área, que quiso picarla sobre Marco. El balón se marchaba fuera.

Corría el balón sobre el césped y corrían los burgaleses, bien parapetados.Se les podía hacer largo el partido. Ni siquiera pudieron completar la convocatoria. Tendrían que aguantar los de César Rodríguez con lo que tenían.

Llevó el Real Ávila el partido al campo del Briviesca. CerrabanOli y Llorián en la medular, defendían los burgaleses con los once. Con el paso de los minutos se sentía más seguro el Briviesca, capaz de aguantar el 0-0 al descanso. Parecían haber aguantado bien el sofoco de los primeros 30 minutos. A partir de ahí, poco más.

Y como en la primera mitad, la segunda comenzó con el asedio de los encarnados. El balón era de los abulenses, aunque las ocasiones ya no llegaban. Estaban bien parapetados los de César Rodríguez, que en un error en el despeje pudieron sufrir el 1-0 cuando Ortiz recuperaba el balón en el área, se abría hueco con una pisada y disparaba sobre la portería de Marco –minuto 50–, descolocado.El cuero lo despejaba Pibe, muy atento. Y del posible 1-0 al posible 0-1. A renglón seguido un error de SergioRamos dejó el balón a los pies de Pablo en una clara oportunidad. El ‘10’ burgalés recorrió el campo encarnado sin oposición para encarar a Alberto. Le encimó Oli por detrás, lo justo como para desestabilizarle en el golpeo en el cara a cara ante el portero, que vio de reojo como el balón se marchaba fuera. El susto para los encarnados fue tremendo.

La ocasión de Pablo cambió el partido. ElBriviesca se armó de razones para dar un paso adelante.Porque pasaban los minutos y seguía el empate. Perdió una nueva oportunidad Vila –minuto 61– en el área pequeña cuando quiso acomodarse el balón con el pecho tras centro de Javi de Mesa. Se le echaron encima los burgaleses. Le faltó garra y le faltó pólvora.

Le valía el empate al Briviesca, no le servía alReal Ávila. Saltaron al campo Juli y Obispo. Necesitaba más el equipo de JonathanPrado, que entraba en los últimos 20 minutos en plena taquicardia. Los errores y la precipitación empezaban a hacer mella entre los encarnados, que insistían una y otra vez en un plan que no daba sus frutos.

Se encaminaba el partido a su último suspiro. Llegados a este punto el empate era un premio enorme para el Briviesca, que empezaba a achicar aguas desde el área pequeña. Colgaban balones los encarnados a la desesperada.Yaún pudo el Briviesca romper el partido a su favor cuando Alberto –minuto 87’– se marchó por la banda de Obispo, evito a Oli y cedió a Pablo, que entraba totalmente solo por la otra banda. Por suerte se le bajó el telón en el momento clave, como al Real Ávila, que cerró el telón de la obra 2018-19 con un empate inesperado. 

 

Jonathan Prado

Entrenador del Real Ávila

«Somos el Real Ávila y tenemos que salir a ganar»

«Somos el Real Ávila y el club tiene un prestigio que debemos tener claro todos los que estamos dentro. Quedan nueve partidos y el Real Ávila debe salir a ganarlos.  Nos vamos muy decepcionados pero hay que jugar el siguiente partido e ir a La Bañeza con las mismas ganas».