65 horas leyendo para proclamar la libertad de la lectura

M.E
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En el marco del Día del Libro, El Barco de Ávila acogerá del jueves al domingo una 'performance' muy especial de la mano de la artista cacereña Helena P, bajo el título 'Un libro te hace libre'

65 horas leyendo para proclamar la libertad de la lectura

La celebración del Día del Libro en El Barco de Ávila ofrecerá este año una actividad insólita que seguro captará la atención del público por la originalidad de la puesta en escena ya que la protagonista, una artista cacereña, se encerrará durante cuatro días, sola y rodeada de libros, en la celda frontal de la planta baja de la antigua cárcel, donde estará leyendo de manera ininterrumpida con el propósito de promocionar el fomento de la lectura y del ocio creativo.

Bajo el título 'Un libro te hace libre' esta performance, creada e interpretada por la artista Helena P., se desarrollará desde las 19,00 horas del jueves día 22 hasta las 12,00 horas del domingo 25 de abril, cuando habrá un pequeño acto en el que la protagonista leerá unos párrafos o versos que haya escogido de las lecturas realizadas durante las 65 horas de su actuación, según se trasladó desde el Ayuntamiento de El Barco, organizador de esta actividad cultural.

La escenografía elegida muestra al espectador el suelo de la celda totalmente cubierto por libros, mientras que colgando del techo hay varios libros abiertos en diferentes alturas y ángulos de apertura, simulando así el vuelo de los pájaros. Además, en las dos puertas de acceso a la celda se han colocado tres listones de madera pintados de negro imitando barrotes.

Asimismo, al lado de cada una de las puertas de acceso a la celda se han puesto sendos carteles con el título de la performance y frases sucintas sobre algunos de los beneficios que aporta la lectura al desarrollo neuronal.

Durante esas 65 horas, la actuante estará leyendo libros de forma permanente, sin compañía y sin sentir la presencia del público que la mire a través de los barrotes figurados, como si realmente estuviese encarcelada pero absorta en la lectura y, por tanto, con la mente y el espíritu volcados en esa tarea, ajena al espacio claustrofóbico en el que se encuentra.

La protagonista de esta actividad dormirá durante las horas del 'toque de queda' con su saco de dormir de montaña sobre los libros y sólo ingerirá agua, manzanas y frutos secos que ella preparará el primer día, para evitar salidas y demostrar que la lectura es capaz de absorber todo, incluso la sensación de hambre y/o sed.