Música atemporal, narrativa melódica y una montaña rusa de emociones son los ingredientes que promete este espectáculo que cosecha éxitos vaya a donde vaya a cada día de concierto. El violinista rebelde es una nueva forma de entender el show musical, y que a su vez tiene un objetivo muy claro: conseguir que el espectador se aleje de todo lo que no está relacionado con el espectáculo. Jorge Guillén es el violinista que actúa como piedra angular de este show vanguardista que visitará el municipio abulense de la Adrada este 22 de agosto, con motivo de la celebración del III Tiétar Festival.

¿Qué es lo que nos vamos a encontrar si decidimos ir a un concierto de STRAD?

Bueno pues STRAD es un espectáculo muy desenfadado en el que mezclamos muchos tipos de música como la clásica, el rock, el flamenco, todo ello con una puesta en escena muy enérgica y muy asombrosa. Este show está hecho para disfrutarlo, para pasarlo bien, para cantar, para reír, para llorar… es un viaje para pasar por un montón de sensaciones y de donde volver con ganas de más.

¿Qué estilo de música te tiene que gustar para disfrutar de un espectáculo como el vuestro?

Pues la verdad que no hay géneros, a mí me encanta cuando miro hacia el público en los conciertos y veo a un señor mayor al lado de un rockero con su pelo largo y su chupa de cuero, al lado de un niño o al lado de una persona trajeada y todos ellos están disfrutando No tenemos un público predefinido, todo el mundo se lo pasa muy bien porque la música, yo creo, es un mensaje universal y si lo tratas con mucha energía y cariño la verdad que no hay estilos. 

¿Cuáles son las emociones que buscáis despertar en el espectador?

Me gusta cuando la gente sale de los conciertos y me dice: he reído, he cantado, he llorado, pero sobre todo se me ha hecho corto el concierto, y eso que son dos horas, pero cuando un concierto se te hace corto es porque olvidas los problemas que hay afuera, olvidas la realidad te metes en la música disfrutas y yo creo que la sensación más bonita es esa hacer que la gente se olvide de sus problemas y de sus miedos y disfrute de este ratito.

¿Qué recibimiento esperáis de cara a la cita que tenéis este 22 de agosto en la Adrada?

Esperamos a un público con ganas de disfrutar con ganas de escuchar música y de pasar un buen rato, habrá mucha gente de nuestro público habitual y gente que no lo haya visto nunca y que se llevarán la sorpresa de ver algo diferente.

¿Cuántos integrantes tiene STRAD?

STRAD somos 12 personas, pero en el escenario estamos solo cinco: Vicente Hervás a la batería, David García al teclado y acordeón, Tania Bernaez, contrabajo y bajo, y Joaquín Alguacil a la guitarra. Luego tenemos al equipo técnico que son casi más que músicos y hacen un trabajo fenomenal, la verdad es que somos una gran familia.

Parte de un del espectáculo se realiza con un violín fabricado en Viena en el año 1700. ¿Forma parte de vuestro espíritu realizar con un instrumento tan antiguo un espectáculo tan vanguardista?

Poco a poco creo que entre varios violinistas estamos consiguiendo romper esa barrera, ya que, partiendo desde un instrumento como el violín, estamos mostrando las posibilidades que se nos ofrece, ya que es un instrumento que se asemeja mucho a la voz humana y por eso se puede mostrar desde algo muy cariñoso y muy cálido con él, hasta mostrar rabia o enfado. Yo por ejemplo en el show mezclo diferentes estilos de violín y me manejo en diferentes géneros, paso de tocar un tema de ACDC o de Led Zeppelin, a tocar un tema de Serrat, o una partitura de Manuel de Falla y luego acabo tocando Michael Jackson. Creo que el violín tiene esa capacidad al igual que lo haría una voz.

Respecto a las medidas de seguridad sanitarias de cara al desarrollo del espectáculo, ¿Os supone algún inconveniente? 

TSi, cambia porque nuestro público habitualmente a la segunda o tercera canción, en condiciones normales, la gente ya está de pie bailando, como que se miraban unos a otros a ver cuál era el primero en levantarse. Evidentemente ahora con todo esto la gente tiene que estar en sus butacas con mascarillas y con una distancia mucho mayor a la que estamos acostumbrados, aunque así se vive de otra manera, ahora hay una vida detrás de la mascarilla y resulta muy bonito ver a la gente que está cantando y tiene esas ganas de levantarse, pero el público siempre es muy responsable. Llegará ese día de poder volver a bailarlo y a vivirlo con movimiento, estoy seguro. 

¿Habéis notado una variación en la afluencia de público que acude a vuestros conciertos?

La gente que ha ido a un concierto sabe que es uno de los sitios más seguros hoy en día para hacer cualquier actividad fuera de casa, es más, pondría la mano en el fuego a que el concierto es uno de los sitios más seguros antes que ir a comprar o antes que ir a un bar. Me parece que los festivales y los conciertos se están desarrollando de tal manera que nadie tiene contacto con nadie, existe un gran control de entrada y salida, se evitan aglomeraciones, existe un número limitado de personas por fila… me parece que es un sitio tan seguro que, para hacernos una idea, si yo tuviera que llevar a mi abuelo a alguna actividad fuera de casa antes que llevarles a un bar les llevaría a un concierto de música. 

Si me planteo acercarme a un concierto de STRAD, ¿Sería mejor prepararme en lo que es la música de violín clásica o debería escucharme esos clásicos de la música universal a los que vosotros dais vuestro toque personal?

A mí me gusta que la gente vaya a sorprenderse, que vaya con la predisposición de escuchar clásicos del mundo de la música, desde música clásica a temas súper rockeros y también, música nuestra. Nosotros componemos nuestros propios temas y es también una parte muy importante del espectáculo porque yo mientras voy contando anécdotas y contando historias como si fueran pequeños monólogos y que dan sentido a toda la mezcla de estilos y composiciones Creo que la música está todo al mismo nivel y cualquier persona está preparada para acercarse a nuestros conciertos.