Era el día para recordar a quienes nos dejaron por la covid-19. Pero también a sus familias y aquellos que cuidaron y curaron a quienes estaban enfermos. Y todos ellos estuvieron en el centro del funeral diocesano celebrado este domingo en la Catedral, oficiado por el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, quien también sufrió esta enfermedad, y concelebrado por una veintena de sacerdotes.
En los bancos centrales, las familias, respetando su duelo y también siguiendo todas las medidas de seguridad con la consiguiente distancia social, la obligación de llevar mascarilla y los geles hidroalcohólicos al entrar en el templo. Las autoridades y representantes políticos, encabezados por el alcalde de Ávila, el presidente de la Diputación y el delegado territorial de la Junta, a un lado del altar, junto con representantes de la sanidad, la educación, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y grupos como Protección Civil o Bomberos.
El obispo comenzó su homilía diciendo que se trataba de un acto «de justicia a aquellos que nos han dejado» y no recibieron un homenaje público. También a los familiares que sufrieron con esas muertes sin poder acompañar a sus seres queridos así como a personas anónimas que nos «han ayudado, curado, cuidado», especialmente al ámbito sanitario, servicios sociales, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado,Protección Civil, fuerzas armadas, Cruz Roja o Cáritas, dijo por nombrar algunos de ellos.
Gil Tamayo urge buscar "el bien común" - Foto: David Castro«Esta crisis nos tiene que cambiar el corazón», afirmó, porque «hemos visto defectos, debilidades, contiendas políticas», y también la manera de entender la vida, mirar más el interés personal «que el bien común». «Hemos visto, por desgracia, una especie de selección» en el derecho a la vida, por lo que quiso hacer una mención especial «a nuestros mayores» a quienes «les debemos tanto». Porque esta crisis ha puesto ante nosotros «carencias familiares, personales, sociales hacia aquellos a los que debemos todo» pero también se ve que «Dios está a nuestro lado» y así se percibe en «tanta gente buena» que se ha solidarizado con los demás. Y sucede en una provincia como Ávila donde un tercio de la población tiene más de 65 años por lo que también quiso dar las gracias por la labor de las residencias.
«Esta crisis tiene que poner en primer lugar el bien común», los «valores de servicio público» porque si es inmoral «quien se aprovecha de la desgracia» tampoco es moral «quien se aprovecha de las contrariedades para intereses políticos» cuando ahora toca ese esfuerzo por el bien común y preservar la vida. También tuvo palabras Gil Tamayo para hablar de un futuro en el que hay indicadores de pobreza y desempleo ante los que tenemos «que estar unidos» y «ante la crisis social, de salud o económica busquemos el bien común».
Entre los representantes políticos, con miembros de la corporación local, se encontraban, entre otros, las diputadas Alicia García (PP) y Georgina Trías (Vox) o los senadores Patricia Rodríguez (PP) o Jesús Caro (PSOE).