María toma la alternativa

A.S.G.
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El técnico salmantino debuta al frente del Real Ávila en un complicado desplazamiento a El Montecillo, donde aguarda una Arandina que, en plena racha de resultados, se ha colocado segunda

María toma la alternativa - Foto: David Castro

El Real Ávila de María Hernández comienza su andadura. El salmantino toma la alternativa al frente del proyecto encarnado y lo hace en una plaza complicada, El Montecillo, y ante un verdadero ‘miura’, la Arandina, un equipo que ha sabido recomponerse a un comienzo de temporada repleto de dudas para poner la directa hacia la Fase de Ascenso y la pelea por la Segunda División B, la que ahora tiene al alcance gracias a una segunda posición que no hace tanto tiempo tuvo color encarnado. Los de Álex Izquierdo han ido de menos a más en resultados –cinco victorias en los últimos seis partidos–  y sensaciones, todo lo contrario a lo que está sucediendo en el proyecto del Adolfo Suárez, sumido en un proceso de cambio a todos los niveles. «Empezamos de cero» decía abiertamente Carlos González, Director Deportivo del equipo, en la presentación de María Hernández. «Buscamos un camino de rumbo». Dicho de otro modo, se buscan resultados después de que el equipo haya sumado únicamente dos puntos de los últimos doce posibles; se busca un nuevo estilo de juego para una plantilla a la que todos consideran capacitada para mucho más de lo que ha venido ofreciendo; y en especial se busca calmar las aguas, ingobernables cuando la afición entonó el «Jimeno vete ya» tras la derrota ante la Segoviana. El escenario quizás no sea sencillo, pero la propuesta –visto el proyecto y lo que puede dar de sí– atrajo por fin a María Hernández, que esta vez sí aceptó la ‘llamada’ del Adolfo Suárez.

Un rival importante por delante y poco tiempo por detrás. Desde el miércoles, apenas un par de sesiones para marcar «tres o cuatro ideas y pinceladas» de lo que quiere para los suyos María Hernández para sacar de sus nuevos jugadores lo mejor. Quizás la Arandina llegue demasiado pronto como para comprobar el efecto de un cambio, tanto en la propuesta –«lo principal es competir y ganar. Hay que adaptarse en muchas ocasiones a los jugadores y los campos que tenemos en Tercera»– como en los protagonistas, algunos de los cuales han mostrado un evidente bajón físico y anímico en las últimas jornadas. Si tomó notas del encuentro ante el Mirandés B no es de extrañar que alguno tuviera plaza fija en el banquillo.  Sea o no con cambios, nunca hay que perder de vista aquello que se dice de ‘entrenador nuevo, victoria segura’. El orgullo también es un aliciente.