Begoña Ruiz

Reloj de arena

Begoña Ruiz


¿Normalidad para el 2022?

16/01/2022

El primer mes del año es el de los augurios, predicciones y sorpresas. Sin embargo, después de más de seiscientos días de pandemia con varias mutaciones del virus, la gente solo pide normalidad. 
Lo queramos o no, va a haber cambios inevitables. Por ejemplo, la hegemonía de  Estados Unidos está en entredicho. Hace un año por ahora, una serie de personajes pintarrajeados asaltaron el Capitolio para negar la victoria electoral de Biden, hacerse selfis y, ya de paso, buscar un momento de gloria en las redes sociales. Afortunadamente, ese desfile de disfraces no progresó. Donald Trump fue corriendo a quitarse el maquillaje naranja a casa y además le castigaron sin Twitter durante una temporadita. Entonces los estadounidenses creyeron que con Biden la tierra estaría a salvo. Prometió frenar el Coronavirus, pero tuvo que seguir premiando a los vacunados con una hamburguesa o una bandeja de donuts; prometió detener el cambio climático, pero el pobre abuelillo se quedó dormido en la cumbre del clima, y, en lo que se refiere a política internacional, dejó de tener influencia: retiró las tropas de Afganistán, los talibanes tomaron el poder y se hizo evidente el  declive del que fue un gran imperio después de la segunda Guerra mundial. La cuestión es: ¿si Estados Unidos ya no es la gran potencia que era escuchada y respetada en el mundo entero, quién lo será?   Está claro que España no. Si miramos las noticias son bastante chocantes: Tamara Falcó, que habrá tenido cocineras a su servicio toda la vida, ganó Master Chef  y pretende darnos lecciones de cocina; los políticos, que tendrán asesores de oratoria, recurren al lenguaje chabacano para hacerse oír: Pablo Casado quiso dar un golpe de efecto con su "¿qué coño tiene que pasar…?" pero lo que dio fue un susto porque  recordó a Tejero y el "se sienten, coño"; Igea arremetió contra Mañueco con un "¿Qué cojones piensas de tu población…?" Y para colmo Rociíto, una nini que ha vivido de reality  shows y cotilleos toda su vida por ser hija de famosa, aparece de la noche a la mañana en la revista Forbes como una de las personas más influyentes de España.
Ante tales acontecimientos, la única que puede dar un toque de normalidad es Anne Igartiburu, que, a pesar de los contagios, ella sigue dándonos las uvas. 
No quiero irme por las ramas: ¿Quién será el sucesor de Estados Unidos? ¿Rusia? ¿China? La cosa está reñida. Pensé que a lo mejor DJokovic, uno de los números uno del tenis, nos desvelaría este misterio, pues la criaturita estuvo retenido en un hotel de refugiados, en Australia, porque no quiere ponerse la vacuna y su papi le da la razón, llamándole el Espartaco del siglo XXI. Luego, si el gladiador serbio se revelara contra el imperio, averiguaríamos quién es la Roma del presente. Sin embargo, después de tanto alboroto, seguimos igual.
En fin, algunos profetas y analistas auguran que tenemos Estados Unidos para rato. En lo que la mayoría están de acuerdo es que la normalidad se aleja de nosotros cada vez más y hay que reconocer que no podemos echar la culpa a la pandemia.
¡Ah! se me olvidaba, según las noticias, la gente anda como loca buscando la goma verde de Milán, ¿Por qué? ¿Es mágica? ¿Acaso borra las tonterías que están ocurriendo?