El Real Ávila no acaba de arrancar

A.S.G.
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La derrota ante el Astorga despierta los fantasmas en un Real Ávila que no termina de alcanzar el nivel esperado. Pese a las buenas sensaciones en pretemporada, el equipo necesita mejorar en todas las facetas del juego

El Real Ávila no acaba de arrancar - Foto: David Castro

Dos empates inesperados y un duro revolcón (4-2) ante un Atlético Astorga que superó en todos los sentidos al Real Ávila en la Eragudina no era lo esperado. El equipo encarnado llega a su jornada de descanso y lo hace con la sensación de que no termina de arrancar, de encontrarse a sí mismo o lo que esperaba de sí. Sensación dentro y fuera de un vestuario donde, si bien tratan de mantener la calma –«necesitamos tranquilidad, es la cuarta jornada y no hay que hacer un drama»–, no ocultan que «somos conscientes de que hay que mejorar mucho».  Porque el partido ante el Astorga ha terminado de ponerlo en evidencia.

Bien es cierto que ante el equipo de Miguel Ángel Miñambres el Real Ávila comenzó por delante en el marcador (0-1) con el tanto de Rubo, «que arrancamos con buenas sensaciones, pero a medida que fue transcurriendo el partido ellos nos sometieron». La lesión de RubénRamiro, el gol en propia puerta de Calderón o el penalti en pocos minutos pasaron factura a los encarnados.Pero no hay excusa. «En los 96 minutos del encuentro ellos son superiores».

Y con la derrota vuelven las dudas, aunque lo cierto es que las mismas empezaron a sobrevolar el Adolfo Suárez desde el inicio de temporada. Pese al crédito con el que el equipo llegaba a la primera jornada después de lo visto en pretemporada y los refuerzos realizados, los empates ante el Real Burgos y Júpiter Leonesa B, pero sobre todo las carencias de juego que mostraron los encarnados, borraron el margen de confianza. Ni la victoria ante el Becerril calmó las aguas en un equipo que no termina de arrancar, y aunque la competición sólo está en la cuarta jornada, «esto no espera a nadie».

Ha quedado tocado el equipo tras el partido ante el Astorga. «La sensación es que el equipo no arranca, que al equipo le faltan cosas o que no conseguimos mejorarlo» confiesa JonathanPrado, que mira especialmente al control del juego en los momentos claves. «No somos un equipo fiable y eso nos está repercutiendo en la pelea por los puntos» lamenta en un momento en el que los encarnados llegan a su jornada de descanso sumidos en las dudas y la preocupación.

Querrían jugar, ya mismo, para borrar las malas sensaciones cuantos antes, pero espera Jónathan Prado que el descanso «nos venga bien a nivel mental. No estamos bien del todo. A partir de ahí preparar el partido de la próxima semana ante el Numancia B». Un rival duro en un momento delicado. En ocasiones es la puntilla, en otras, el empujón necesario para reconducir una situación inesperada.