Velayos, el pueblo del dulzainero Aureliano Muñoz ‘Polilo’ (fallecido el pasado 2019) fue el lugar elegido para ‘expandir’ el Certamen de Dulzaina ‘Félix El Talao’. Era la primera vez que el festival salía a la capital abulense y se adentraba en la provincia, recordaban desde la Diputación (entidad responsable de la organización) y la elección se debió al homenaje que querían rendir a Polilo y también a Modesto Arribas, dos grandes maestros de la música tradicional en esta provincia, tal y como declaró el presidente de la institución provincial, Carlos García, quien puso además de manifiesto los «miles de kilómetros y cientos de pueblos recorridos» por los homenajeados y siempre llenando las calles al son de la dulzaina y el tamboril con «su ilusión y alegría» para celebrar cada fiesta.
Y así es como calificó García la jornada en la que se celebró el certamen como un «día de fiesta» que, eso sí, ha tenido que celebrarse al aire libre con motivo de la pandemia. Por cierto una pandemia que no permitió la presencia del alcalde de Velayos, confinado por la covid, y en nombre de quien habló la concejala Natalia Pérez para agradecer a la Diputación la organización y a los vecinos, la colaboración, en una iniciativa que ha costado muchas horas, «aunque éstas no se vean», aseguraba.
Tampoco faltó a la cita Eduardo Duque, responsable de Cultura en la Diputación de Ávila y quien destacó el hecho de que el certamen haya salido a la provincia y haya desembocado en Velayos, cuna de Aureliano Muñoz. Así pues ¿qué mejor que homenajearlo en su tierra? Para ello y gracias a la colaboración de la Asociación Folclore Plaza de Castilla, en cuyo nombre habló Fernando Llorente, tuvieron a bien invitar a cuatro grupos de música y baile con los que rendir pleitesía a esa música tradicional que tanto levanta el espíritu en los pueblos y que lo sigue haciendo gracias a que ha sido capaz de innovar y de renovarse, indicaba Llorente.
Para amenizar la velada llegaron a la localidad un grupo de cinco hermanos de Cuéllar que con el nombre de ‘La orquestina de la abuela Pina’ deleitaron a los presentes; del mismo modo que hicieron lo propio los miembros del grupo de danza de El Escorial ‘Rompiendo el baile’ o el nieto de Polilo, José María Palacios, un «gran músico que aprendió de Polilo precisamente» y quien es ya todo un referente, decía Llorente. Por supuesto no faltaron a la cita los miembros de Los Talaos, entre ellos el propio Llorente, y es que son muchos los aficionados a su música pero es que además dan nombre al certamen.
De algún modo, todos los que dieron rienda suelta al certamen han sido capaces de renovarse y eso permite que la fiesta de la música tradicional no sólo siga ahora sino que pueda continuar durante muchos años más y a tenor del interés que despertó la cita todo parece indicar que así será.