Francisco I. Pérez de Pablo

Doble click

Francisco I. Pérez de Pablo


Láminas, grabados, caprichos y disparates abulenses

21/12/2021

Tras el paréntesis veraniego –septiembre– la primera columna la titulé «puteo a los abulenses». Hoy reitero y reafirmo dicho puteo tras la inauguración a cielo abierto de 50 fragmentos de litografías (la maja desnuda de Goya se muestra íntegra) en su mayoría de otros tantos cuadros originales que cuelgan en una Pinacoteca Madrileña que aloja 8200 cuadros. No hace falta a estas alturas recordar que Ávila debería ser desde hace tiempo –25 años– la subsede del Prado prometida en el Palacio de los Águilas, cuya animada historia intramuros de su última propietaria –Duquesa de Valencia–, contó recientemente el, ya, cronista oficial de Ávila en estas mismas páginas.  
La hilera de litografías que ocupa el centro del Paseo del Rastro –miran a esa Sierra abulense en reforestación tras ser arrasada por el fuego de agosto– donde pueden contemplarse, es toda una declaración de desinterés para un proyecto abulense que de momento ni está, ni se le espera. El periodo de carencia que tenía al senador y recién elegido nuevo secretario de los socialistas abulenses en su intento de recuperar el proyecto original (únicamente obras del Prado) está a punto de vencer sin que haya ningún pronunciamiento concreto de un lejano Ministro de Cultura al respecto, mientras parece que siguen las eternas obras de rehabilitación de un edificio que no se sabe que va a albergar.
La Capital también acoge –Biblioteca Pública–, en estos días navideños, 80 grabados originales de la serie «los Caprichos» de Goya. En esta ocasión Ávila es la primera ciudad que acoge esta muestra cedida por un coleccionista privado organizada por la Fundación Siglo. Goya critica en esta serie lo que ve a su alrededor en la sociedad, con dobles intenciones y dobles miradas. La inauguración de ambas exposiciones, con escasos días de diferencia, fue muy distinta. 
Mientras los Caprichos de Goya pasaban casi desapercibidos, la muestra del Prado se presentó con mayor glamour al menos en lo institucional. Aplaudir con entusiasmo, como hizo el Alcalde, al descubrirse el panel anunciador de las láminas del Prado, solo se entiende por cortesía y protocolo. Siendo la octava ciudad de Castilla en recibir la muestra y estando el tema Prado como un erial, el Ayuntamiento de Ávila debería haber rehusado con amabilidad o si no desautorizado el uso del espacio público para una muestra, que salvo para la ansiada foto o para aparentar que se hacen cosas, no aporta nada a una ciudad que lleva un cuarto de año esperando algo muy diferente y que desde luego no puede este trampantojo considerar a Ávila como ciudad en la vanguardia de la cultura. El Museo del Prado no está en Avila.  
 Además de Caprichos, Goya en su Quinta del Sordo pinto su serie de pinturas negras. 'Saturno devorando a su hijo' es una de las litografías que está en la muestra del Rastro. Al margen del origen y motivo de esas pinturas, esa obra tiene también su clave política, Saturno: El Estado devorando a sus súbditos y ciudadanos.  Cuando los abulenses paseen entre esas láminas del Prado podrán pensar que es el premio a la infinita paciencia demostrada y que será la antesala de lo que tiene que llegar, pero el Museo del Prado en Ávila no es un capricho, va camino de ser una colosal pintura negra, pero de momento ya es un disparate que podría haber ilustrado un aguafuerte del genial pintor.