El gorrión, un ave en declive pero estable en Ávila

E.C.B
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Felipe Nebreda apunta a enfermedades como la malaria aviar y a los cambios de hábitos humanos y el aumento de la contaminación como principales problemas que están en el origen de ese descenso poblacional del gorrión en grandes ciudades

El gorrión, un ave en declive pero estable en Ávila - Foto: Diario de Ávila Lola Ortiz

Los gorriones son aves comunes y conocidas por su estrecho grado de relación y dependencia con el ser humano que en los últimos tiempos se encuentran en declive, especialmente en las grandes ciudades donde su población ha descendido hasta un 50%, aunque no es el caso de Ávila donde su número es más estable. Así lo confirmó este domingo Felipe Nebreda, que junto a Ignacio Sevilla ofrecieron una nueva charla Zoom programada por el Centro Medioambiental San Nicolás en la que profundizaron en distintos aspectos de su biología y ecología, así como de su comportamiento y curiosidades.

La familia de los gorriones, según comentaron, está compuesta por más de 50 especies, de las que cinco se encuentran en España y de ellas, cuatro en la provincia de Ávila. Pero su estado de conservación a nivel nacional y europeo es algo preocupante, pues «se ha producido un descenso muy elevado en un tiempo muy corto», y aunque son varios los motivos, uno de los mayores problemas está relacionado con el cambio climático que «ha hecho que enfermedades que hasta ahora se tenían a raya, estén afectando a los gorriones, especialmente la malaria aviar», apuntó Nebreda.

«Los gorriones llevan adaptados a convivir con nosotros desde hace cientos de años y en los últimos años ha habido una evolución respecto a nuestros hábitos y una elevada contaminación, que junto a factores externos han hecho que la población de gorrión no haya sabido evolucionar para adaptarse a esos rápidos cambios y en las grandes ciudades se ha reducido su población», explicó el naturalista.

En el caso de Ávila, como en otras ciudades pequeñas, su capacidad de adaptación hace que podamos ver a los gorriones casi en cualquier lugar, desde una terraza hasta calles, parques o jardines. Además, como apuntó Nebreda, «para criar aprovechan cualquier recurso, desde un hueco en un canalón o un tejado hasta un agujero en una pared o un hueco en un árbol», porque «tienen un gran control del entorno urbano».

Respecto a si su convivencia con otras aves puede influir en la reducción de sus ejemplares, Nebreda indicó que «no es un factor determinante». Al respecto comentó que en Ávila «la paloma torcaz, por ejemplo, ha aumentado, pero no afecta al gorrión en su alimentación, pues no compite con él por los recursos, además de que el gorrión en ese sentido es generalista y se alimento mucho de nuestros restos». Además, «son aves gregarias que van en pequeños grupos y eso hace que tengan cierta entidad al competir con otras especies», añadió.

Sin embargo, en otras ciudades más grandes, la presencia de la cotorra argentina y de Kramer sí producen daños porque «compiten directamente con el gorrión por el recurso y son especies muy agresivas», aseguró.

La charla, que se prolongó durante unos tres cuartos de hora, concluyó con un espacio para la conversación sobre la cultura popular del gorrión y algunas curiosidades.

Esta iniciativa nació durante el confinamiento por Covid-19 y acumula ya una decena de sesiones y más de 800 participantes de distintos puntos del país.