La Guardia Civil ha finalizado la Operación Galg@ con la investigación de seis personas por maltrato animal entre otros delitos.
El pasado viernes, 1 de marzo, la Guardia Civil llevó a cabo la investigación a esas seis personas, a cuatro por delitos de maltrato animal, a otra por maltrato animal también y defraudación de fluido eléctrico y a una sexta por delito de falsedad documental.
El pasado mes de enero, la Guardia Civil daba cuenta de la detención de cuatro individuos por cazar ilegalmente con cinco galgos en una localidad abulense, momento en que se inició la Operación Galg@, ante las irregularidades extraídas de la lectura de los microchip para identificar los galgos aprehendidos en aquella actuación.
Estas irregularidades consistían en que uno de esos galgos era hembra, hecho que no coincidía con la base de datos del Registro de Identificación de Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid (RIAC), donde figuraba como galgo macho.
Por lo expuesto, se solicitó al Colegio de Veterinarios de Madrid (COLVEMA) los datos del veterinario que implantó el citado microchip, resultando ser una veterinaria madrileña que habría identificado ilegalmente a 43 perros y a un hurón durante los últimos cuatro años.
Por ello, durante los meses de enero y febrero, se realizaron inspecciones en las provincias de Madrid y Toledo comprobando las cartillas sanitarias así como el estado higiénico sanitario de unos 180 perros de distintas razas, propiedad de 38 personas diferentes y con domicilios en 11 ciudades, teniendo que sancionar administrativamente a 8 personas por cometer 43 infracciones relacionadas con los animales inspeccionados.
En una de las inspecciones se comprobaron 75 canes de razas distintas, observando como cinco galgos se encontraban en estado caquéctico, teniendo que ser trasladados a una protectora de animales madrileña por su mal estado higiénico sanitario y a once se les puso a disposición judicial hasta descubrir su propiedad. También se hallaban en torno a 100 palomas de colombicultura, cuyo centro de cría no se encontraba registrado en la Federación Madrileña de Colombicultura (FMC), dando cuenta de ello a dicha federación.
El propietario de la parcela donde se realizó esta inspección estaría también cometiendo un delito de defraudación del fluido eléctrico al tener conectado de manera ilegal el suministro; los técnicos procedieron al corte del fluido.
Gracias a la realización de todas las inspecciones, se pudo comprobar que la veterinaria madrileña no cumplimentó fielmente la cartilla sanitaria ni la inscripción en la base de datos oficial, imposibilitando de esta manera la correcta identificación de los animales, cometiendo supuestamente un delito de falsedad documental al facilitar que se pudieran legalizar galgos robados.
Por los hechos descritos, el pasado 1 de marzo, la Guardia Civil finalizó la citada operación investigando primeramente a la veterinaria madrileña por un delito de falsedad documental, a un propietario por los delitos de maltrato animal y defraudación de fluido eléctrico y a otros cuatro propietarios también por delitos de maltrato animal.
Durante el transcurso de la investigación se tomó manifestación a otra veterinaria de la Comunidad de Madrid que trabajó para la Federación Española de Galgos (FEG), al haber encontrado irregularidades en el tatuaje de dos galgos por coincidir ambos tatuajes.