Pablo Casillas

El Corrillo

Pablo Casillas


Craso error

21/12/2021

El que está cometiendo Pablo Casado y, con él, la Ejecutiva Nacional del Partido Popular. Parte el error, que no es exclusivo de los Populares, de considerar que los temas que ellos dicen ser «internos» de los partidos no preocupan ni afectan a los ciudadanos, que no nos interesan, y que no les prestamos atención.
Tales han sido las declaraciones de Pablo Casado y de otros dirigentes del P.P., y de forma especial de Teodoro García Egea, su mano derecha en la Ejecutiva.
Esa afirmación es una gran mentira, amén de una memez. Solo los hooligans afiliados se la pueden tragar. Por supuesto que lo que pasa a nivel «interno» en los Partidos es algo que nos ocupa y preocupa a los ciudadanos. Destaco, como dos simples detalles a tener en consideración a ese respecto –que se pueden ampliar–, dos extremos: a) los ciudadanos pagamos a los partidos y a aquellos de sus miembros que ocupan cargos Institucionales, luego claro que nos debe preocupar aquello que sale de nuestros bolsillos; y b), y esto es más importante, las personas que ponen al frente los partidos son los que, o bien nos gobiernan, o bien están en la oposición, de forma que toman decisiones que nos afectan.
Luego, cómo no nos va a interesar lo que sucede en los partidos. Si nos atenemos al presente, el PSOE eligió a Pedro Sánchez a nivel «interno», y aquí estamos penando sus políticas. Si hubieran elegido a otro Secretario General el resultado no habría sido el mismo.
En el caso del PP, y concretamente de lo que está sucediendo con Isabel Díaz Ayuso, las maniobras que se están realizando por parte de Pablo Casado y de la Ejecutiva Nacional para impedir que sea Presidenta del Partido en la Comunidad de Madrid, no es un tema «interno», sino plenamente público, de interés general, que tiene una relevancia enorme, tanto que puede condicionar la política de esa Comunidad y también de España, durante años.
Demuestra Casado –y su Ejecutiva– en este asunto una conducta pueril y temeraria.
A qué se debe su actitud, ¿me pregunto? ¿Es un ataque de «ego» o de «celos» porque Ayuso tiene más empatía y simpatía entre la gente, a la que se ha sabido ganar? Hombre, si fuera eso, habrá que decirle a Casado que en todas las familias siempre hay uno que es el «ojito derecho de la abuela». 
Si no fuera esa la «razón», y existiera otra más «poderosa», cual puede ser el tener que demostrar «quien manda», al estilo de Pedro Sánchez, que ha puesto al PSOE debajo de sus botas, habrá que decirle que él no es Sánchez, ni tampoco su partido y sus votantes son los del PSOE. Casado nunca podrá ser Sánchez. Gracias a Dios, añado. No tiene, por lo demás, ninguna necesidad de adoptar esa actitud con Ayuso, al contrario, debería tenerla en «palmitas».
Debe tener presente Pablo Casado –el Partido Popular–, que Ayuso es la única que se ha enfrentado a la Serpiente de las Siete Cabezas y la ha vencido, y ello ha sido con el apoyo de los votantes madrileños, y también con el ánimo que aportaban millones de votantes y simpatizantes de otros lugares de España.
Ni Feijoo, en Galicia; Juan Manuel Moreno, en Andalucía; o Fernández Mañueco, en Castilla y León, –por citar algunos Populares que gobiernan–, se han enfrentado realmente a Sánchez. Han obtenido, sí, buenos resultados, pero el contrincante no era Sánchez.
La «Batalla de Madrid» ha sido completamente diferente a la ventilada en otras Comunidades. Ha sido en la que Sánchez echó el resto, con un excelente candidato cual es Gabilondo, y movió a todo su Partido y a los medios de comunicación afines. Y aún así, perdió, claramente. Sánchez lo sabe, y no se ha rendido, únicamente ha replegado las huestes a la espera de otras batallas, especialmente las Generales. Si resultare que los enemigos se descarnan entre ellos mandando a la retaguardia a su mejor General, se tronchará de la risa. 
Afirmo que Casado no podrá ganar las elecciones sin Ayuso como Presidenta de la Comunidad y del Partido en ese Territorio. Y no las ganará porque detrás de Ayuso están «sus votantes», porque ahora son suyos. Y sin votantes no se gana. Si Casado llegara a ganar, los votantes pasarían a ser de su «titularidad», pero ahora no lo son, son intermediados. Se ponga como se ponga. Debe saber Casado que el ninguneo, y, peor, el cruento ataque a Ayuso está siendo a sus votantes y si esto sigue así no se lo van a perdonar al PP. Ahí están las encuestas: el PP ha bajado a nivel nacional desde que se ha producido el ataque a Ayuso, y en Madrid capital tienen muchos menos votantes que en la Comunidad. Claro como el agua de Sierra.     
Ningún otro representante que pueda presentar el P.P., ni tan siquiera Almeida,  puede aportar lo que aporta ahora Ayuso. Sin ella, muchos votantes se irán a otros derroteros, que los hay. Sánchez sabe esto y se está relamiendo los labios, está «feliz como una perdiz».
Quien no quiere enterarse es Casado, que está en que es una «cuestión interna» del Partido. Se enterará, cuando se abra el periodo electoral para las siguientes Elecciones Generales y constate que Pedro Sánchez –y otros Partidos–, van a por todas. Peor aún, más se enterará cuando fracase por no haber tenido a Ayuso en primera línea como líder incuestionada e indiscutible en la Comunidad de Madrid, apoyada en sus votantes. Si no rectifica, ahora, que no dentro de varios meses, adiós muy buenas para Casado y con él para el Partido Popular y, por supuesto, para millones de españoles.           
Diré, por último, tres cosas: 1ª.- El asunto es una decisión personal de Casado. Poco, o nada, le pueden aportar los miembros de la Ejecutiva Nacional, ni ningún otro dirigente timorato. 2ª.- No le sirve la táctica Rajoyniana de «esperar a que escampe», porque están cayendo chuzos de punta. 3ª.- La victoria es de los inteligentes y valientes, no de los necios y cobardes. Ayuso ha demostrado en Madrid que tiene ambos ingredientes, y por ello los ciudadanos la han dado su apoyo. Falta que Casado haga otro tanto en el resto de España.