El Colegios Diocesanos vuelve a enderezar su rumbo y a renovar el ánimo. Las derrotas ante el Mirandés B, Numancia B pero en especial Bupolsa torcieron los renglones de una historia de debut en Tercera que el equipo de José Alberto Fernández Somoza llevaba escribiendo con letra firme hasta ese momento.Tanto que con el objetivo de la permanencia, se podía mirar a la sexta plaza como premio añadido. Con las lesiones, demasiadas, llegaron las derrotas. Había que recuperar el rumbo. Se falló ante el Bupolsa pero no ante el Real Burgos, una victoria mucho más que importante.    

Lo que queda de temporada para el equipo colegial en esta primera fase es duro. Real Ávila este mismo domingo, Burgos Promesas, Segoviana y Arandina, cuatro gallos. «Se trata de sumar todo lo que podamos» decía Somoza tras conseguir tres puntos muy sufridos ante el Real Burgos. Los 23 del casillero, y los que tratarán de sumar de aquí a final de curso, no son una mala cifra para afrontar una segunda fase donde se verían –de mantenerse la actual clasificación– la caras con equipos como el Peñaranda (12), Becerril (14), La Bañeza (17), Salamanca B (18) o Santa Marta (19). Las cuentas de la permanencia habrá que seguir trabajándolas, porque aún queda mucho por delante y no pocas sorpresas, pero la victoria de este miércoles ante los burgaleses aclara el panorama y templa los nervios.