El Vítor de San Sebastián regresa a Pedro Bernardo

Pilar Bardera
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Tras dos años sin celebrarse debido a la pandemia, los cuchareros han recuperado esta celebración en la que jinetes y caballos son protagonistas

El Vítor de San Sebastián regresa a Pedro Bernardo

Tras dos años sin celebrarse por la pandemia, Pedro Bernardo comienza el año con los actos en honor a San Sebastián, patrón del Hogar de Pensionista y cuyo programa comenzó a mediados de la pasada semana. Arrancaron estos festejos  el miércoles 19 con el traslado en procesión del Santo desde su ermita y hasta la iglesia para,  al día siguiente, fiesta de San Sebastián, regresar tras la misa a la ermita en la que permanece todo el año en una procesión en la que no faltó la subasta de cintas, banzos y ofrendas.

Un día después, el viernes 21, la Asociación Siempreviva se sumó a los actos organizando en colaboración con el Ayuntamiento de Pedro Bernardo el espectáculo familiar de teatro y títeres El Viaje de Antón Retaco. Coproducido por las compañías Primigenius y Que te den..Teatro, esta obra es una adaptación de la novela infantil Antón Retaco de María Luisa Gefaell, un  canto a la vida y un reconocimiento de la niñez como un estadio de inocencia y frescura. 

Ya el sábado, en la Plaza del Ayuntamiento, y cambiando este año de ubicación, un gran número de vecinos, visitantes y  jinetes a lomos de sus caballos  daban comienzo al Vítor de San Sebastián y a un espectacular recorrido por las calles del pueblo.

bendición. Antes de realizar el recorrido, y como es habitual, el párraco, don Antonio, procedió a la bendición de los caballos y  lazos rojos  que se reparten entre todos los asistentes para que se los coloquen en la cabeza o donde cada cual quiera y así comenzar el recorrido por las calles del pueblo, parando en los cerritos y  lugares donde se canta el Vitor. El primero de ellos, en la plaza del Ayuntamiento; el siguiente, en la ermita de San Sebastián, para seguir en la Fuentecilla y el Puentey finalizar en la Iglesia, donde se entona el último Vítor y es clavado el corazón del Santo en la casa del cura como se hacía antaño.

Antiguamente el estandarte del Vítor estaba presidido por el mayordomo que iba acompañado por los caballistas, si bien ahora esta labor la lleva a cabo José, un joven caballista  que durante toda la procesión dirige las alabanzas y letanías en honor al Santo Guerreros y narra entre cánticos la vida e historia de San Sebastián de Narbona, hijo de familia noble y a cuyas letras responden con firmeza a la voz de «Vítor» los cientos de devotos concentrados.  

En todas y cada una de las paradas, los vecinos pudieron degustar una rica limonada y bollos típicos, magdalenas y bollos de pellizcon. 

La asociación Amigos del Caballo de Pedro Bernardo, han colaborado con la celebración del Vítor.