Una apuesta por la Universidad ante la crisis. Castilla y León es, después de Madrid, la Comunidad en la que mayor número de jóvenes de entre 18 y 24 años cursa estudios de grado y máster. Un 40,5 por ciento de personas en esta franja de edad está matriculado en los centros universitarios y, lo que es más importante, en los últimos diez años ese porcentaje ha crecido en diez puntos, según los datos del Ministerio de Educación a los que ha tenido acceso la agencia Ical.

Este incremento que está relacionado con la anterior recesión económica de 2008 y falta de expectativas laborales que motivó que muchos jóvenes optaran por mejorar o prolongar su formación académica una realidad que habrá de tenerse en cuenta de cara a la próxima crisis generada por la pandemia del coronavirus.

Los informes 'Datos y Cifras del Sistema Universitario Español', correspondientes a los cursos 2008 y 2018, publicados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional y recogidos por la Agencia Ical, muestran que el incremento de la tasa de escolarización a nivel nacional fue en ese periodo de 8,6 puntos, hasta un porcentaje inferior al de la Comunidad, al pasar del 23,8 al 32,4 por ciento.

Y es que la tasa de jóvenes matriculados en la Universidad en Castilla y León en el curso 2018-2019 fue la segunda mayor del país, solo superada por la Comunidad de Madrid, donde alcanzó el 47,8 por ciento. Un alto porcentaje que está relacionado con la elevada movilidad de estudiantes, ya que las universidades madrileñas acaparan un gran número de alumnos de otros territorios. En todo caso, es superior a las tasas de otros territorios como País Vasco (35 por ciento), Navarra (33 por ciento) y Valencia (31 por ciento) así como Cataluña, Aragón y Murcia, con un 30 por ciento en cada caso. Además, Castilla y León cuadriplica la ratio de Baleares (10 por ciento) y duplicar las de Castilla-La Mancha (12,8 por ciento), La Rioja (16 por ciento).

Pese a que la tasa de escolarización universitaria en la Comunidad haya aumentado diez puntos en una década, el número de estudiantes en esos diez años descendió un 4,5 por ciento, al pasar de 84.829 a 80.950 matriculados. Una caída que se debe al descenso poblacional que se produce en los tramos de edad universitaria, es decir, entre los jóvenes de 18 y 24 años.

El último informe del Ministerio, del curso 2018-2019, recoge que el 82,5 por ciento de los universitarios estaba matriculado en los grados frente al 11,2 por ciento de los que cursaba un máster y el 6,1 por ciento de un doctorado. Unos porcentajes que varían con respecto a diez años, por el impacto del Plan Bolonia a partir de 2010 que significó la reducción de algún curso académica para graduarse a cambio de potenciar la realización de los másteres oficiales. De esta manera, el peso de los alumnos en un máster aumentó cuatro puntos en la década de estudio, al pasar del 2 al 6,1 por ciento, mientras que los estudiantes de carreras de primer y segundo ciclo suponían el 90,5 por ciento del total de matriculados.

Tasa más baja de abandono

Las altas cifras de escolarización en Castilla y León en el curso 2018-2019 se producen en un escenario en que la Comunidad es la que tiene la tasa más baja de abandono de los estudios universitarios. Las estadísticas de alumnos de nuevo ingreso en el año 2013 del Ministerio de Universidades precisan que un 20 por ciento de los estudiantes de la región dejó sin finalizar el grado en el que se matriculó.

No deja de ser un porcentaje alto, ya que supone que uno de cada cinco alumnos que se matricula en una carrera acaba abandonando los estudios por diferentes causas. Pero es siete puntos que la media nacional en universidades presenciales (27,3). En cuanto al cambio de estudios, la Comunidad también es la que tiene una menor tasa, un 9,7 por ciento frente al 12,6 por ciento de España. Es decir, Castilla y León no solo es la que tiene la mayor tasa neta de escolarización universitaria sino es la que presenta el nivel más bajo de abandono.