"El PP tiene que volver a conseguir la unidad del centro derecha"

Javier D.Bazaga (SPC)
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"El PP tiene que volver a conseguir la unidad del centro derecha" - Foto: JUAN LÁZARO

Celia Villalobos Talero se retira de la política y cuenta algunos de los momentos que han marcado su dilatada trayectoria en la primera línea, tras haber sido diputada en el Congreso entre 1986 y 2019; eurodiputada y alcaldesa de Málaga entre 1995 y 2000; ministra de Sanidad entre 2000 y 2002; vicepresidenta del Congreso entre 2011 y 2016 y presidenta de la Comisión del Pacto de Toledo. Con este libro mantiene firme su «voluntad de seguir expresando todo aquello en lo que creo». 

La política apasionada, ¿son sus memorias?

Yo no diría tanto. La política apasionada soy yo, y son una serie de recuerdos de mi paso por la política, que es apasionada, y de lo que he vivido pero en mi lenguaje. Que nadie espere un tratado político, es algo mucho más ligero.

¿Por qué ha dejado la política?

Porque se celebró el congreso del partido en el que perdí apoyando a Soraya Sáenz de Santamaría y Fátima Báñez, y ganaba una opción que no era la mejor para el PP, desde mi punto de vista. Y decidí que con la edad que tenía y los años que llevaba en el Congreso me podía retirar perfectamente.

¿Se equivocaron los afiliados al elegir a Pablo Casado?

La gente eligió lo que quiso, pero yo no lo compartía. Los compromisarios decidieron apostar por Pablo y eso es sagrado.

¿No considera a Casado el indicado para dirigir al PP?

Creo que Pablo ahí se precipitó. Cuando el PSOE llega al poder suele agarrarse bien fuerte, y en estos momentos el partido vive situaciones muy complicadas que te queman, y creo que Pablo tendría que haber esperado a que otro se hubiera quemado.

En su libro habla de José María Aznar o Mariano Rajoy. ¿Qué tal es la relación con ellos?

Con Aznar no he tenido relación desde que se fue de la política, pero hasta entonces fue muy buena. Le he tenido un enorme cariño y he trabajado con él encantada. A Mariano sí que le sigo viendo.

¿Hablan de la situación actual del partido?

No, Mariano es un político muy atípico, no tiene nada que ver con los que han pasado por La Moncloa.

¿Y eso?

Un presidente de Gobierno que tiene tal fortaleza, y que dice que lee el Marca frente a los que dicen que están todo el día con tratados de política y se ponen muy pedantes… Mariano era un tío muy sensible, y durante el tiempo que ha estado en La Moncloa ha dedicado su tiempo en una sola cosa: sacar a España de la crisis económica. Y sé lo que digo, que estoy casada con un señor que era su asesor. La obsesión de Mariano era que no nos intervinieran, crear empleo, resolver los problemas de la economía, que los bancos no se fueran al garete y que este país pudiera funcionar. No le interesaba nada más. ¿Que tendría que haberle dedicado más tiempo al partido? Es probable, pero no se lo dedicó. No le dedicaba un momento de su pensamiento, y eso lo admiro. Para el partido a lo mejor fue malo pero para el país fue muy bueno, porque fue un gran presidente. A partir de ahí hablamos de nosotros, de si el Madrid gana la liga, de los niños… Las cosas normales de amigos, y a ser posible cuanto menos de política mejor.

¿Cómo le sentó la moción de censura?

A cuerno quemao. Me pareció injusta, innecesaria y arbitraria por la ambición personal de Sánchez, que es capaz de lo que sea. Si pactas con Bildu hay que tener muchas ganas de llegar.

¿Tiene alguna cuenta pendiente?

No, no he hecho el libro para pasarle la minuta a nadie. Ese tipo de políticos me aburren. Yo tuve momentos muy buenos, momentos muy malos, momentos de desilusión y de grandes ilusiones, también tuve grandes compañeros y grandes enemigos, pero no quiero ajustarle las cuentas a nadie. Las únicas cuentas que hago son cuando vuelvo del mercado.

Su paso por la política ha sido apasionado, pero también polémico cuando se trataba de hablar del aborto o del matrimonio homosexual. ¿Se ha sentido un verso libre?

Yo siempre he defendido allí donde he podido que, en todos los temas relacionados con la moral privada, los partidos tienen que dar libertad. No se puede forzar a la gente a la unidad. Y veo que seguimos igual. Y ese partido que venía a regenerar la política que se llama Unidas Podemos es la demostración más clara del hermetismo. No creen en el Papa, pero su Papa se llama Pablo Iglesias. Yo no comulgo con eso. Y no he conseguido nunca que se diera libertad de voto, pero he usado mi derecho a la libertad, y eso trae consecuencias.

¿Siempre tuvo claro que el PP era su partido?

Sí.

¿Nunca tuvo dudas?

No. Y me han ofrecido… pero si el PP no me ha gustado en algún momento e intentado colaborar en que cambiara. El PP es muy amplio, cabe mucha gente, y tiene que volver a ser lo que fue.

¿Sintió simpatía por Cayetana Álvarez de Toledo por lo que ocurrió este verano?

¿Qué le pasó?

Pablo Casado la cesó por decir lo que pensaba.

Si no la hubiera nombrado no la habría tenido que cesar.

¿Cree que el PP volverá a tener mayoría absoluta?

Sí, pero tendrá que buscar lo que consiguieron Fraga y Aznar, que es la unidad del centro derecha. Si no, no. Si en un país que es de izquierdas, que en un cuadro donde el cero es la extrema izquierda y el 10 es la extrema derecha, la mayoría se sitúa en el 4,9, si a tu partido le sitúan en el ocho es muy complicado que puedas ganar. Y ahí Aznar hizo un esfuerzo enorme, con su viaje al centro, y ahí es donde se ganan las elecciones. Pero para eso hace falta unidad y volver a un gran partido de centro derecha que sea capaz de aglutinar muchas voluntades sabiendo que no siempre se comparte todo.

¿Le preocupa la imputación de Jorge Fernández Díaz y la posibilidad de implicar a María Dolores de Cospedal por los presuntos casos de corrupción?

En primer lugar, no sé por qué en la izquierda, con Podemos, con una investigación sobre la financiación irregular, no le interesa a nadie y el señor sigue siendo vicepresidente del Gobierno, con un lío judicial del copón, y sin embargo algo que, desde mi punto de vista tiene más ruido que nueces, en torno a un secretario de Estado y un ministro y con una fiscal, la señora Delgado, que quiere implicar a todo el mundo, que si yo paso por allí también me implica… eso no es serio. Y no es el conjunto del PP, es un caso muy concreto que se está iniciando y que a ver cómo acaba, porque conozco algunos casos que se han archivado o han sido a favor del PP y nadie se ha acordado de contarlo.

¿Confía en su inocencia?

Confío en que el juez haga lo que tiene que hacer, no lo que a la fiscal general del Estado le gustaría.

¿Se arrepiente de la imagen que dio en el Congreso con el Candy Crush?

No era ningún Candy Crush, pero es igual. La pregunta que yo me hago es ¿si hubiera sido un hombre me hubieran tratado igual? ¿Le habrían destrozado?

¿Cree que no?

Por supuesto que no. Solo tiene que coger la hemeroteca de las cosas que han pasado en el Congreso y fuera de él, de actitudes que no son aceptables, y en un hombre pasan 24 horas y se olvidan. Y si es la Villalobos han pasado ya no sé cuántos años y todavía me seguís preguntando por ello en las entrevistas.

Ha sido ministra de Sanidad. ¿Cómo cree que se está gestionando la pandemia?

Es un tema muy complejo. Los casos de salud pública son muy complicados. Una pandemia afecta al conjunto de la sociedad y eso complica la solución del problema.

¿Se llegó tarde?

Yo creo que sí. A Sánchez y a Iglesias les dio vértigo suspender todo lo que tenía que pasar el día 8 de marzo, que era algo más que una manifestación. Eran partidos de fútbol, reuniones de partidos políticos, reuniones familiares, eran muchas cosas que pasaban ese día. Y me imagino que a Iglesias no le apetecía enfadar a su señora ese día. Les dio vértigo suspender algo que jamás tenía que haber sucedido, porque ellos sí tenían la información.

Luego vino la declaración del Estado de alarma, con la frase que define a Sánchez que es «el país está en mis manos». Y cuando se da cuenta de que en las encuestas no gana pues para las comunidades autónomas, que se las apañen como puedan. Pero ese es Pedro Sánchez, le preocupa su vida, su futuro y sus posibilidades, el resto que venga Dios y lo vea.

¿Habría tomado medidas más estrictas?

Yo hubiera suspendido absolutamente todo lo del día 8 de marzo.

¿Y ahora con la segunda ola?

No tengo suficiente información. Sé que las comunidades están haciendo un esfuerzo y la participación de los ciudadanos es básica. Pero parece que para los medios España solo es Madrid, cuando en Castilla-La Mancha hay pueblos cerrados a cal y canto, y no se ha visto en ningún informativo. Y también en Castilla y León, Navarra o Aragón. Pero sale Madrid y ponen a la pobre presidenta Ayuso como la mala de la película.

¿Cree que Isabel Díaz Ayuso lo está haciendo bien?

Tiene un magnífico consejero de Sanidad, y un magnífico viceconsejero, que es un experto en la materia y de esto sabe mucho.

¿Qué le parece la Ley de Memoria Democrática que ha presentado el Gobierno?

Creo que el Valle de los Caídos debe convertirse en un centro de estudios de la Guerra Civil, y no en un cementerio. Los pueblos que olvidan su historia tienden a reproducirla, y no es malo que haya un espacio para aclarar cosas. Entiendo perfectamente que las familias tienen derecho a recuperar los huesos de sus familiares. Lo entiendo, me da igual el bando. Eso se tenía que haber resuelto ya. 

¿Que la Fundación Francisco Franco tiene que desaparecer? Tengo mis dudas, aunque solo sea para demostrar que nos hemos librado de ellos. Yo he vivido el franquismo, y que se recuerde lo que es una dictadura, tener a gente en la cárcel por el simple hecho de pensar diferente, está muy bien. Por lo menos para que se vea que es un horror, porque los totalitarismos son un horror.

Ha sido una larga trayectoria política. ¿Con qué se queda?

Con todo. Con lo malo y con lo bueno. Pero si me preguntas por una cosa: con haber sido alcaldesa de mi ciudad.

¿Málaga?

Eso es lo más. Yo recomiendo a todos los políticos que intenten ser alcaldes de su pueblo.

¿Por la cercanía con la gente?

Porque aprendes lo que es la política. Ser responsable de tus actos y sus consecuencias.

La acabamos de ver un programa de televisión de cocina. ¿La veremos a partir de ahora en este tipo de realities?

No. Me apetecía hacer una cosa diferente que supusiera un reto. Me gustan los retos. Y no me arrepiento. Los políticos somos algo más que personas serias con el medallón colgando. Somos seres humanos, con defectos y virtudes, y ahí era yo.