Un punto 'coworking' ayuda a fijar población en Villafranca

M.M.G.
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El Consistorio, que ha sumado 20 empadronados durante la pandemia, ha puesto en marcha un espacio con conexión a internet que permite a estudiantes y trabajadores poder permanecer en el pueblo a diario

Un punto ‘coworking’ ayuda a fijar población en Villafranca

Villafranca de la Sierra ha visto aumentada su población considerablemente en los últimos meses. De tener cien habitantes hace ahora un año cuenta en la actualidad con unas 150 personas empadronadas, habiendo llegado, incluso, a las 180 hace apenas unos meses.

¿Y cuál es la razón de este importante aumento? La razón nos la da el alcalde de la localidad, Francisco López, que tiene claro que la puesta en marcha de una biblioteca y centro de ‘coworking’ ha tenido mucho que ver.

Un espacio que se encuentra ubicado en lo que es también durante el fin de semana Centro de Recepción de Visitantes para la Ruta de los Molinos. Pero que ahora, gracias a las gestiones llevadas a cabo desde el Consistorio es también de lunes a viernes punto de trabajo, de reunión y de encuentro para todos sus vecinos.

«El Ayuntamiento pidió una subvención al Asider para la Ruta de Los Molinos pero que nos permitiera también crear una biblioteca para los niños y para el estudio y trabajo de los vecinos», comienza el alcalde a explicar los orígenes de una iniciativa de la que se siente especialmente orgullo por ser, considera, una herramienta a la hora de fijar población.

Y así, con la subvención recibida (cercana a los 13.000 euros) y una inversión por parte del Ayuntamiento de 27.000 euros, para llevar a cabo las obras, se puso en marcha un centro que se dotó también con una potente conexión wifi y puestos de estudio o trabajo con sus correspondientes ordenadores a disposición de los vecinos.

«Y ha sido todo un éxito», presume el primer edil, que indica que la antena de conexión allí colocada también beneficia a los vecinos en sus domicilios.

Estudiantes universitarios. Explica López que buena parte de los nuevos empadronados son jóvenes universitarios que cursan sus estudios enSalamanca y Madrid.  «Con la pandemia, se empadronaron aquí para poder desplazarse entre sus clases presenciales y las virtuales», prosigue con su relato. Y ahora, han encontrado en Villafranca de la Sierra en lugar perfecto para proseguir con sus estudios de manera semi presencial.

De hecho, de los 20 nuevos empradronados, unos 13 se ajustan a este perfil. Pero también hay trabajadores que, al poder desarrollar a raíz de la pandemia su labor de manera virtual, optaron por hacerlo desde este pueblo de Ávila, al poder disponer de un lugar y una conexión apropiada.

«Tenemos ahora entre nuestros vecinos a un trabajador de Ikea y otro de Metro de Madrid», pone como ejemplo López, que anuncia también que está a punto de llegar la fibra óptica al pueblo algo que, tiene claro, podría animar a más personas a fijar su residencia en Villafranca de la Sierra.

El nuevo espacio es también, quiere aclarar el alcalde, punto de encuentro para todos los vecinos. En él, niños, jóvenes y mayores encuentran lecturas que disfrutan en la misma sala o en casa.

Y el centro es también en cierta medida el ‘cine’ del pueblo, ya que al contar el local con un proyector, necesario para el servicio que presta el centro los fines de semana, los vecinos acuden a ver películas o los partidos de fútbol.

«Todo esto demuestra que en un pueblo con una pequeña cosa se pueden lograr cosas grandes», se despide de nosotros el alcalde de Villafranca de la Sierra.

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