Merecieron mucho más los pupilos de Pepe García en el campo de uno de los gallito, la Arandina. La Cultural Deportiva Cebrereña dominó en muchas fases del encuentro, dejó impronta de buen equipo y se adelantó por medio de Terleira, una pesadilla para la defensa local. Y sin embargo dos chispazos de los discípulos de Álex Izquierdo en el tramo final de cada parte sirvieron para darle la vuelta al marcador. Mal sabor de boca el que se lleva la Cultural Deportiva Cebrereña con una derrota inmerecida para terminar el año, aunque con sensaciones muy diferentes que deberían invitar, si son capaces de mantenerlas, al optimismo si el fútbol no se empeña en ser tan cruel con una escuadra verdiblanca que merece más de lo que tiene.
Cerraban los culturalistas el año con el aplazado que se arrastraba desde la segunda jornada, nada menos, y que pudo disputarse al fin. La Arandina quería estos tres puntos de regalo para acabar el infausto 2020, y la movilidad de Sagüés y la referencia de Édgar en punta crearon los primeros problemas a la defensa verdiblanca. Pero el conjunto de Cebreros se mostraba firme en defensa, con dos centrales muy concentrados en sacar balones muy bien, tanto por alto como por bajo, mientras el centro del campo poco a poco comenzaba a carburar fútbol. Así, Guille dio el primer aviso visitante y poco después, al paso por la media hora de partido, el propio Guille asistía a Terleira para que el remate del ariete visitante supusiera el 0-1. Volvía a marcar el delantero y capitán verdiblanco. Lo necesitaba su equipo.
Aires de sorpresa en El Montecillo, pero la Arandina se lanzó a la ofensiva en pos de la igualada, consiguiéndola al borde del descanso Pesca convirtiendo un protestado penalti. Una lástima, ya que el tanto fue de los llamados psicológicos e hizo mucho daño entre los visitantes, evitando que la Cebrereña se fuera al vestuario arriba en el marcador.
La segunda mitad tuvo un inicio vibrante, con las dos escuadras en busca claramente del marco rival. La Arandina quería culminar la remontada y alcanzar la tercera plaza liguera, con dos opciones claras para Édgar y para Álex Díez, sin fortuna, pero la Cebrereña no se limitaba a defender, ni mucho menos. Valientes los abulenses, tocando y jugando bien y adueñándose poco a poco de la contienda.
La medular era para los de Pepe García, mientras la Arandina iba reculando y buscaba el peligro a base de los balones en largo o bien en basculaciones a las bandas para tratar de montar contragolpes. Terleira, a once minutos del final, enviaba fuera una clara oportunidad de los visitantes y pocos minutos más tarde, con los blanquiazules arrinconados en su parcela, Guille volvía a poner en aprietos el marco burgalés.
Pero el fútbol volvió a hacerle un guiño cruel al conjunto de Cebreros, y cuando las manecillas se acercaban al noventa, una jugada de ataque de los locales la remachaba a las mallas el delantero centro Édgar Agudo en el segundo palo. No quedaba apenas tiempo, a pesar de dos cambios a la desesperada en los visitantes (PabloGalán y Pichu) el partido acabó con una nueva derrota de los culturalistas pero ofreciendo una gran imagen.