"Normalidad" en Teniente Arévalo tras la flexibilización

I.Camarero Jiménez
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En los primeros compases de la medida han sido entre 50 y 60 los coches que han accedido a la plaza para dejar a los escolares en el colegio Diocesano este lunes, si bien es cierto que hasta ahora han solicitado el paso más de 250 familias.

"Normalidad" en Teniente Arévalo tras la flexibilización

«Normalidad y sentido común» han primado en los primeros compases de la flexibilización de la peatonalización de la plaza Teniente Arévalo a juicio del teniente alcalde de Presidencia, Interior y Administración Local, José Ramón Budiño. La medida se ponía en marcha a primera hora de este lunes, dejando el acceso al colegio Diocesano abierto al tráfico en esa céntrica plaza, aunque sólo de cara a hacer una parada de pocos segundos que se ha bautizado como ‘stop and go’ o ‘Kids and go’ para dejar a los alumnos de este centro y que fueran recogidos por un grupo de voluntarios, dispuestos por el propio colegio.

En total desde las 8 horas y hasta las 9 cuantificaron que pudieron ser entre 50 ó 60 los vehículos que se adscribieron a esta nueva medida, si bien es cierto que de momento han sido 250 familias las que han pedido permiso para poder entrar con sus vehículos. A estas se pueden sumar más -son 800 alumnos y en torno a 500 familias, dado que aunque hay algunas con un sólo hijo en el centro, pero otras tienen más-, recordaba el teniente de alcalde pues no se ha establecido un plazo para solicitarlo. El registro hay que hacerlo en el colegio, allí deben llegar las matrículas y verificar que son usuarios del Diocesano y luego enviarlas a Policía Local para su aceptación y posterior permiso para entrar en la zona sin ser multados.

Lo cierto es que no se produjo ningún tipo de atasco en la zona pues las paradas fueron efectivamente de escasos segundos y además el grupo de voluntarios estaba pendiente de la recogida de los chavales para hacer más diligente el paso de los vehículos. Del mismo modo que estuvo el teniente de alcalde, lo hicieron los máximos responsables del colegio y también se pudo ver a efectivos de la Policía Local dando instrucciones o colocando vallas en caso de ser necesario.

«Los padres que han querido traer libremente al colegio en coche a sus niños lo han podido hacer de manera normal» explicaba Budiño. De hecho muchos de los que se sumaron a esta iniciativa insistían en lo útil de la medida ya que les permite ahorrar tiempo, además pudimos ver a varios niños que andaban con ayuda de muletas para los que sin duda es importante (aunque antes ya podían hacerlo previo permiso de la Policía Local).

«La medida ha transcurrido sin incidentes» resumía Budiño.

De cara a la salida del colegio, que es escalonada, porque a las 14,20 sale Infantil a las 14,30 Primaria y después a partir de las 15,30 los usuarios de comedor, las cosas son diferentes porque los padres (abuelos, familiares o cuidadores) tienen que acudir dentro del recinto a buscar a los niños, para ello no hay servicio de voluntarios pero se facilitará la salida permitiendo el estacionamiento en la plaza Pedro Dávila. «Es otra dinámica pero aplicando el sentido común» sintetizaba el edil.

De momento no se ha solicitado permiso para otros centros escolares, para los que se aprobó en Pleno poder disfrutar de ese «stop & go» y recordaba Budiño que los interesados pueden hacerlo, pero debe partir del propio centro la solicitud.

Por parte de la dirección del colegio, el jefe de estudios, Jorge Sastre, valoraba la medida. Aseguraba que estaban preparados desde las 8,15 horas de la mañana con los voluntarios. «El volumen ha sido aceptable y creo que lo han hecho todos bastante bien», decía «tanto los monitores facilitando la bajada de los alumnos como los propios padres haciendo paradas muy breves entre 10/15 segundo o los 20 en el caso de los escolares más pequeñitos».

Todo según lo previsto y con responsabilidad.

Tres monitores en cada punto y un cuarto que se queda pendiente cada vez que se van acercando alumnos al centro en grupos. Eran profesionales que ya realizaban esta función y a los que se ha ampliado un poco el horario para poder dar este servicio, explicaba Sastre.

En la salida «hemos concienciado a los padres con una carta para que sigan haciéndolo como hasta ahora y apelando a esa responsabilidad y al uso en caso de aquellos que tengan verdadera necesidad».

Y es que precisamente por responsabilidad muchos de los encargados de llevar a los niños al colegio no hicieron uso del servicio pese a haberlo pedido por miedo a que se colapsara la zona, a los temidos embudos, si bien es verdad que no hubo al menos en la mañana de ayer ningún conflicto al respecto.

Las solicitudes de los interesados se siguen recogiendo en portería del colegio, a mitad de semana se da traslado a la policía y luego se puede comenzar a entrar con vehículo pasados unos días, normalmente el lunes siguiente a la semana en la que se ha solicitado el permiso.

Críticas. Distinta visión de esta medida tienen en el PSOE, dado que la portavoz del Grupo Municipal Socialista, Yolanda Vázquez considera que «no se entiende que después de 4 años sin vehículos y después de una reforma integral del espacio que contiene, además, una zona de esparcimiento para los más pequeños, se permita ahora el paso de coches con lo que ello supone para la seguridad, en primer término, y para la movilidad, en segundo». 

Explica en nota de prensa que «en una ciudad como Ávila, de dimensiones reducidas, con un casco histórico que dificulta el tráfico rodado por las aceras estrechas, favorecer el uso del coche es, a nuestro juicio, una incongruencia además de una declaración de intenciones sobre el modelo de ciudad que defiende el equipo de gobierno. Una ciudad con cero implicación en la reducción de emisiones contaminantes, donde los niños no tienes espacios libres, seguros y limpios en los entornos escolares». 

Para Yolanda Vázquez, «ser Ciudad Amiga de la Infancia debe ser algo más que un cartel a la entrada de la capital. Ser Ciudad Amiga de la Infancia es hacer política pensando en los niños y las familias. Y volver a permitir el acceso masivo de coches a la entrada de un centro escolar es contraproducente, sin duda». 

La portavoz del Grupo Municipal Socialista indica, además, que «esta crítica no es un capricho sino que se sustentan en un riguroso informe emitido por la Policía Local hace cuatro años, en el que se establecían los beneficios de minimizar el tráfico en esta zona de la ciudad. Un informe que se ha obviado sin más y que permite despeatonalizar este espacio. Una decisión que, pese a lo que se empeñe en decir el equipo de gobierno, no convence a un buen número de familias que escolarizan a sus hijos en ese centro».