Música enlatada, pero al fin y al cabo, música, buena música. Eso es lo que han escuchado mayoritariamente los españoles durante el primer semestre del año a falta del mercado físico como consecuencia del coronavirus, sobre todo durante los meses más duros del confinamiento.  

Ese es el balance al que ha llegado Promusicae (asociación que representa al 95 por ciento de la industria fonográfica española) en un informe hecho público ayer, en el que destaca que la industria musical nacional subió en los seis primeros meses del año un 3,99 por ciento respecto al mismo período de 2019, un repunte «tímido» que se debe al alto consumo de la música escuchada online durante el estado de alarma, ya que el mercado físico cayó un 45 por ciento como consecuencia del cierre de tiendas.

Así, los ingresos, según las cifras recopiladas por la entidad, alcanzaron entre el 1 de enero y el 30 de junio los 145,1 millones, frente a los 139,5 de 2019.

Un incremento leve, y que corta la racha de aumentos por encima del 20 por ciento que venía acumulando el sector, pero muy indicativo del «vigor de los modelos digitales, que ya representan casi el 88 por ciento de los ingresos obtenidos».

Así, el auge del streaming (escucha online sin necesidad de descarga) no solo «parece estar lejos de haber tocado techo», afirman, sino que se consolida en un semestre más complicado para la economía de todo el mundo marcado por la COVID-19.

«Tras largos años de trabajo, innovación, adaptación e inversión de la industria, podemos presumir de haber alcanzado una alta digitalización en la distribución de la música grabada, algo que, en circunstancias como las actuales, nos beneficia y que, lamentablemente, no han logrado otros sectores de la economía», indica Antonio Guisasola, presidente de Promusicae.

En este sentido, para Guisasola, el hecho de que la industria haya demostrado ser «resiliente» en la crisis sanitaria es «muy gratificante»: «en tiempos de pandemia y reclusión doméstica, las compañías discográficas han sido prácticamente la única fuente de ingresos para muchos artistas, ante la caída generalizada de su actividad y con la imposibilidad de organizar conciertos en directo», añade.

Velocidad de crucero

El mercado digital de la música está de enhorabuena. Así, los ingresos de este segmento en España subieron hasta el 18,9 por ciento, al pasar de 106,9 a 127,1 millones. Y respecto al streaming, las suscripciones crecieron en 17 puntos (de 77,1 millones en 2019 a 90,2 en el semestre recién finalizado), y la gratuita y financiada mediante publicidad se dispara por encima de los 55,7 puntos: de 10,3 millones a 16,1.

Por otro lado, el consumo a través de streaming de vídeo (YouTube, Vevo) también ha experimentado una mejora sustancial en este primer semestre del 14,9 por ciento (de 14,1 millones en 2019 a los 16,3 actuales).

Por último, otros productos digitales, como las descargas permanentes de álbumes y canciones o los productos para móvil, siguen registrando caídas (del 11 y del 20 por ciento, respectivamente).