Raquel Lanseros, una de las poetas más leídas y valoradas de nuestro país, volvía a presentar su obra a la ciudad de Ávila, después de cuatro años de largo paréntesis... en una cita que venía a cumplir con la que estaba prevista en principio para el pasado 24 de noviembre pero que tuvo que ser aplazada debido a la nieve que cayó aquel día en la capital abulense. En esta ocasión su visita se incluía dentro del marco de los 'Miércoles de la literatura' del Aula de Poesía José Hierro, con el objetivo de compartir con sus lectores un libro de poesía reunida, titulado Esa momentánea realidad, que da cabida a los poemarios publicados entre 2005 y 2016, además de a versos que ha compartido en revistas y algunos que hasta ese momento eran inéditos.

Encantada de volver a Ávila, «una ciudad que aparte de bellísima tiene muchísima relación con la poesía, porque por ahí han pasado, nacido y han hecho su obra muchos grandes poetas de la historia, y por todos esos motivos es siempre una delicia ir allí», Raquel Lanseros leyó al público varios de los poemas de ese libro, y también alguno del último que ha dado a la imprenta (no incluido en Esa momentánea realidad).

En esos once años que condensa el libro, comentó la poeta, «y partiendo de la dificultad que existe siempre para juzgarse a uno mismo, sí creo que hay una línea creativa que, a pesar del paso de los años, identifica mi poesía; lo deseable en cualquier artista, y en este caso hablamos de poesía, es ir investigando, indagando en nuevos campos, y que cada libro suponga un nuevo reto, pero a la vez que la voz propia se mantenga, y yo creo que sí está muy presente esa voz personal en todos mis libros. Me da la sensación de que es así, y esa idea me la refuerza la opinión que me transmiten quienes leen mis poemas, que me dicen que se ve de forma bastante evidente que aunque haya una evolución hay una voz identificable, que es la mía».

Además de esa voz propia que personaliza toda su trayectoria creativa, en su poesía, añadió Raquel Lanseros, «hay una temática universal que se va repitiendo siempre, en la que caben todas las preocupaciones que tienen que ver con el paso del tiempo, pero también hay una temática social que suele aparecer en todos los libros, de conciencia social y de reivindicación. Y hay siempre, además, una mirada hacia el ser humano, y también a veces de pronto toman un especial protagonismo los sueños, la identidad, el lugar de donde provenimos; es decir, que aunque siempre hay temáticas comunes, van al mismo tiempo variando de libro a libro».

necesidad de poesía. Defendió Raquel Lanseros que «la poesía es siempre necesaria, algo que demuestra el hecho de que no haya habido ninguna época histórica en la que no haya hecho falta, y además si los seres humanos la producen, la leen y la disfrutan, por algo será», para añadir al hilo de esa reflexión que «dentro de la necesidad de poesía que tenemos siempre creo que es especialmente fuerte en estos tiempos actuales, que son de muchas incertidumbres, en los que la gente necesita encontrar un espacio al que asirse».

El libro que ayer presentaba era una poesía reunida que, manifestó, «viene con garantía de continuidad, y de hecho he sacado un libro después de Esa momentánea realidad y ahora estoy trabajando en otro nuevo». 

Y añadió que «siempre decimos, medio en broma, que a la poesía no se le suele abandonar, en el peor de los casos es ella la que abandona a los poetas, y espero que ese no sea mi caso. Y también es ella la que te busca. La relación con la poesía es muy estrecha, es una especie de vocación pasional de muy alto voltaje, no es un oficio al uso, y eso requiere de muchísima entrega y de mucha energía; lo que pasa es que los que estamos enamorados de la poesía lo hacemos con mucho gusto, porque es una pulsión muy fuerte, una llamada».