«Se escribe poesía para no enloquecer, como una catarsis»

D.C
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El abulense Sánchez Pinto publica su primer poemario, 'De ayer y de ahora mismo', versos que recorren su trayectoria

«Se escribe poesía para no enloquecer, como una catarsis»

El escritor abulense Carlos Sánchez Pinto, autor de varios libros de narrativa que han alcanzado importantes reconocimientos a nivel nacional , se ha estrenado recientemente en el mundo de la poesía con la publicación, en la editorial abulense Caldeandrín, de un poemario que lleva por título De ayer y de ahora mismo.

Este libro, explicó su autor, es «una recopilación de poemas que he ido escribiendo a lo largo de mi vida, que son muchos, porque aunque lo que he publicado hasta ahora era narrativa he escrito desde siempre poesía, de hecho mi primer premio fue para un poema en un certamen en Granada».

La poesía, añadió, «es un género que me merece un gran respeto, que me da casi miedo, y yo habitualmente la he escrito para desahogarme y por eso nunca se la había enseñado a nadie, salvo en alguna ocasión a Jacinto Herrero o a mi hermano».

Esa negativa a compartir su poesía, cosa que no ha ocurrido con la prosa ya que tiene varios libros publicados, cambió de forma rotunda «en ese malhadado año que ha sido 2020, en el que he sufrido varias tragedias familiares, entre ellas la muerte de un hijo, y la dureza del confinamiento, situación muy dura que me llevó a la necesidad de escribir sobre mi presente, sobre todo eso que tenía enquistado, y a tomar la decisión de sacar a la luz todo eso».

El primer verso de esta recopilación es del año 1958 y los últimos de noviembre de 2020, una larga distancia temporal que aunque permita que «exista un nexo de unión entre todos ellos en realidad se perciben muchas diferencias». 

«La narrativa es un oficio pero la poesía es adictiva, es un estado de ánimo que te sale directamente del alma cuando quiere, y cada día es diferente, cada día es más desnuda, sin artificios, es la pura expresión de un sentimiento… la poesía nace como una necesidad, como una incontinencia absoluta, podría decir incluso que se escribe para no enloquecer porque si no se recurre a esa terapia te puedes volver loco, y por eso cuesta mucho compartirla con los demás».

«Uno está hecho de recuerdos y cada poema informa del tiempo y del espacio en los que te encuentras, es un estado emocional que, aunque pueda parecer contradictorio, a veces nace de lo vivido y a veces de lo imaginado», y cuando brota del dolor, «como ha sido el caso de la mayoría de estos poemas, escribir es como una catarsis, como una necesidad, algo que se ha hecho muy evidente en mí en ese año de desgracias que fue 2020, con muerte, enfermedad y confinamiento, con el alma enfrente pidiendo que sacara lo que sentía».

Contento con la publicación del poemario, y con su recibimiento por parte de los lectores, afirma Carlos Sánchez que «sólo siento, si es que puedo sentirlo, que tenía proyectos de narrativa para llevar a cabo, pero la poesía llegó como una llamada que nos urge y he tenido que responder a ella».

La dura fecundidad lírica del año 2020 la ha continuado este escritor abulense en 2021, tanto que ya tiene escritos 38 nuevos poemas que son, adelanta, parte de un nuevo poemario que tiene en mente, una colección de versos también marcados por el dolor, el peso de la ausencia –«perdí a mi hijo en la pandemia y no pude ni asistir a su funeral, algo que me ha marcado mucho, me ha dejado en un estado anímico muy doloroso»– a los que ya ha puesto título: Desde la herida.

Antes que este libro, Carlos Sánchez Pinto, natural de Salvadiós, ha publicado obras como Nonato, música de ravel (Premio Ateneo Ciudad de Valladolid), Un sombrero lleno de sol (Premio Armengot), Tiempo de ausencia (Premio Ateneo Marítimo de Valencia), El mundo por un agujero (Premio Ciudad de Salamanca), Maderas de Oriente (Premio Ciudad de Badajoz), Los jubilosos juegos jubilados (un estudio etnográfico sobre los juegos de la calle en La Moraña de los años 40-50) y Estampas color sepia (Caldeandrín Ediciones).