Ulaca se abre para seguir compartiendo sus secretos

D.C
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Se realiza estos días una nueva excavación que da continuidad a un proyecto de Diputación y Universidad Complutense de Madrid

Ulaca se abre para seguir compartiendo sus secretos

El conocimiento de los tesoros que en forma de información sobre el pasado guarda el impresionante castro de Ulaca, la que fuese posiblemente la ciudad celta más grande de Europa Occidental, será tras este verano un poco mayor, gracias a la excavación arqueológica que en el entorno del denominado ‘Torreón’, uno de los puntos de mayor interés de ese oppidum, ha comenzado a realizar un equipo de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), apoyado por la Diputación Provincial según un convenio firmado el pasado 1 de junio y que da continuidad a tres años anteriores de trabajo.

El diputado responsable del Área de Cultura, Patrimonio, Juventud y Deporte, Eduardo Duque, presentó ayer la nueva fase de ese estudio de campo, acompañado por el director de la excavación, el destacado arqueólogo Jesús Álvarez Sanchís, y por el alcalde de Solosancho, Jesús Martín, destacando, entre otras cosas, la relevancia que tiene ese punto del castro en el que se está actuando.

Antes de entrar en detalles del proyecto en marcha, el profesor Álvarez Sanchís recordó que «el yacimiento de Ulaca es excepcional en la provincia de Ávila y en el Occidente de la Península ibérica» y que «las investigaciones más recientes, nacidas al amparo de un proyecto de investigación internacional en el año 2015, continuaron con un proyecto de investigación nacional en 2016-2017», y ahora, «gracias a la concesión de una subvención de la Diputación de Ávila en los últimos años y a la hospitalidad y la infraestructura proporcionada por el Ayuntamiento de Solosancho, es lo que nos ha permitido en estos últimos cuatro años llevar a cabo una serie de actuaciones arqueológicas, centradas fundamentalmente en un estudio geofísico del territorio en torno a donde se levantan las estructuras más importantes del yacimiento».

Ulaca, recordó el profesor, «es un poblado de alrededor de 70 hectáreas, por tanto de unas dimensiones excepcionales, que debió de ser una de las ciudades más importantes a finales de la Edad del Hierro en la Península ibérica, allá por el siglo II o I antes de Cristo, como ocurriera con otras grandes ciudades de la Europa occidental». Sus características, siguió, «son una distribución urbana de alrededor de 300-350 estructuras o viviendas  y tres singulares construcciones: el famoso altar de piedra, la sauna y el Torreón»; es el último de estos el que «postula las investigaciones de los últimos años, en la medida en que la funcionalidad de las otras dos construcciones ha sido más o menos detallada, pero en el caso del Torreón no deja de ser una estructura todavía hasta cierto punto enigmática». 

Lo que está haciéndose en Ulaca desde la semana pasada es «retirar las piedras del derrumbe del Torreón, una estructura de piedra de aproximadamente diez metros por catorce, de planta cuadrangular, que en su momento debió de funcionar como una especie de gran atalaya». El problema fundamental para intervenir en este «singular edificio» es que primero hay que «retirar en la medida de lo posible las piedras que forman parte del derrumbe, para que de esa forma el equipo de arqueólogos de la UCM pueda ya llevar a cabo la intervención oportuna a partir de comienzos de septiembre».

Lo que se conozca ahora completará lo descubierto en las prospecciones geofísicas de los últimos tres años en el yacimiento, «que nos han permitido determinar cómo alrededor del Torreón se levantan otras estructuras que se encuentran ahora mismo en el subsuelo y que aparentemente tienen unas dimensiones parecidas a las de éste.