Después del paréntesis de la pandemia, en el que no fue posible dar continuidad a los congresos anuales de los Cronistas de España, agrupados en la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales, prorrogado el año pasado por las circunstancias, el pasado fin de semana se celebró el congreso en Avilés, Principado de Asturias, una cita relevante y emotiva, por varias circunstancias. Primero por volver a aquella ciudad de tan gratos recuerdos, podríamos decir que es mi reciente descubrimiento. Era una ciudad o villa que yo no conocía y que erróneamente, desde luego, la había situado en el escalafón bajo de mi interés, me sonaba más que nada a una ciudad super industrial, sucia y carente de atractivos… ya saben, me gustan las piedras y los ladrillos mudéjares. Pero con la primera visita en una ruta con mi coral, la descubrí tan gratamente, la Villa en la ría antes de la industrialización y al lado Sabugo, otro núcleo, el marinero, hoy toda una unidad histórica. Inmediatamente también cambié la etiqueta, fue verdaderamente un descubrimiento. Y además, en compañía de María Josefa, 'Pepa de Avilés', para los amigos, tan buena anfitriona como buena amiga y compañera, en este caso la mejor anfitriona que estaba pendiente de todos los detalles y del normal desarrollo del congreso, y que abrió los actos con su magistral conferencia inaugural, con la presidencia de la alcaldesa avilesina Mariví Monteserín. 
Verán, en la asamblea correspondiente se realizó el relevo potestativo de la junta nacional que hasta ahora ha presidido el Cronista de Orihuela, Antonio Luis Galiano con su junta correspondiente, y ha sido elegida junta nueva presidida por el Cronista de Leganés, Madrid, Juan Alonso Resalt con otro equipo. Amigos todos ellos, en la una y en la otra, como afortunadamente puedo decir, porque me encuentro muy a gusto con mis compañeros de ciudades repetidas por nuestra geografía, aunque predominan los de la mitad sur de nuestra península, seguramente cuestión de idiosincrasia. 
Algo más de medio centenar de Cronistas, diez de ellos de México, entre ellos Manuel González -Ramírez, el presidente de la Federación Nacional de Cronistas de México y correspondiente de la ciudad de Zacatecas, según un convenio de colaboración que está dando sus buenos frutos, algunos de ellos conocidos desde el congreso de Burgos, en el de Cancún y en diversos actos culturales comunes. Y además los acompañantes, que en programa complementario les muestran la ciudad anfitriona. Algunas bajas por miedo a la amenaza de temporales de nieve que, efectivamente sacudieron el norte peninsular. Desde el pantano de Luna, a medida que se ascendía a la impresionante cordillera cantábrica, la nieve empezó a aparecer y crecer hasta convertirse en un impresionante manto blanco. La autovía estaba perfectamente limpia, pero la acumulación de nieve nos ofreció un paisaje alpino de indudable belleza.
La apertura oficial del congreso, un acto brillante, en la Casa de la Cultura. Después, otras tantas comunicaciones en dos jornadas de trabajo en el Salón de Actos de la Universidad de Oviedo, extensión de Avilés, entorno acogedor y más recogido.
Emotiva también porque las bajas, algunas por covid, superaron en este periodo de dos años a las altas. Y la alegría de que entre estas altas están las de mis amigos y compañeros José Antonio Calvo de Burgohondo y Jesús María Sanchidrián de Ávila. Recuerdo con mucha emoción a los tres, al Cronista de Barco de Ávila, el de Burgohondo y yo mismo en la toma de posesión del nuevo Cronista de Ávila. Qué a gusto me encontré con mis compañeros, unidos como una piña.    
La nieve de las montañas fue agua, mucha agua todo el tiempo, y por eso las noticias de grandes crecidas en todos los ríos de la cornisa cantábrica fue noticia esos días, como pudimos advertir a la vuelta, con ese río Nalón hasta lo más alto de los muros que lo canalizan, con aguas turbulentas y amenazantes que daban impresión.
El congreso ha sido un «buen congreso», por el ambiente, la calidad de las comunicaciones, y porque hemos conocido algunos «nuevos» miembros es esta asociación. Hasta el próximo, en Cuenca 2022.