Sandra no faltó este domingo a la cita con San Antón, a la que por supuesto acudió con sus tres mascotas, dos tortugas y un hamster que a punto estuvieron de no recibir la bendición que iban a buscando por entretenerse con nosotros, mostrándonos a sus tres animales de compañía. Ella y Belén, su madre, cerraban la enorme cola de abulenses que vencieron su particular batalla al frío en busca de la protección que San Antón, patrón de los animales, otorga a aquellos que se acercan a las puertas de la Basílica de San Vicente el domingo más cercano al 17 de enero. Los tres grados que poco antes de las dos de la tarde marcaba el termómetro situado allí mismo no impidieron que Fernando Gutiérrez, párroco de San Vicente, cumpliera con el ritual y, ante una pequeña imagen del santo, rociara con agua bendita a los animales que allí se acercaron. Como es habitual, fueron los miembros de la Asociación Abulense de Amigos del Caballo los que abrieron la comitiva como organizadores que son del evento. Tampoco faltó el reparto de bollos ‘preñaos’ con los que los jinetes obsequian a los asistentes.

Y una vez que los caballos acabaron de recibir la bendición, el resto de propietarios de animales allí presentes fueron tomando posiciones en busca de la suya. Una vez más, los más abundantes fueron los perros. Así que canes de toda raza, tamaño y condición fueron pasando ante San Antón. Unos, los más veteranos en estas lides, haciendo gala de absoluta tranquilidad. Otros, los cachorros menos acostumbrados a muchedumbres, algo más azorados, ladrando y poniendo a prueba la paciencia de sus dueños.

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