Pilar Álvarez

Lo social

Pilar Álvarez


Algo de ilusión…

05/01/2022

Se  dice   que  todos   llevamos   en   una   parte   de  nuestro  ser   un   niño escondido,   que   aflora   mucho   más,   en   nuestra  "vejez", personalmente   si   el   estudio   sobre   este   tema   esta   acertado,   me parece   estupendo,   dejar   debed   en   cuando   que   otras   ilusiones invadan  nuestra   mente,   aunque   sea   por  una sola noche   al   año.  Y dejarnos   sorprender   de   la   magia   que   otros   nos   puedan   ofrecer, esposa,   hijos,   amigos   etc.   y   permitirnos  sentir   esa   inocencia,   y credibilidad del momento, me parece estupendo, pues estamos atiempo,  hoy mismo  de llenar de   ilusión   nuestra   mente,   y pongamos nuestra zapatilla, nuestros zapatos bien lustrosos, algo decomida para los camellos, un poco de roscón para los  Reyes y Pajes, y adormir, en esperar al día siguiente. 
   El evangelista Mateo al mencionarlos, no dice ni cuántos eran, ni cómo se llamaban, ni cuál era su magia, ni de qué misterioso Oriente venían. ¿Eran   persas,   caldeos   o   árabes?   La noticia   de   Mateo,   dio origen a  la inspiración de magníficas  obras de  arte.  Los llamados Magos de Oriente no recibieron nombres ni fueron coronados Reyes hasta el siglo VI. Año tras año, sabios y doctores de la Iglesia fueron completando  su  historia.   La  adoración  de   los   Reyes   es   un  motivo pictórico   predilecto   del   medievo,   alcanzó   magnífico   esplendor   y difusión  en   manos  de  los  grandes   pintores de  época renacentista, Masaccio,   Fra   Angelico,   Gozzoli,   Botticelli,   en   Italia;   Van   der Weyden,   Memling,   El   Bosco   y   Rubens,   en   Flandes,   y   El   Greco,Velázquez y otros, en España.
   Escribe Cesáreo de Arlés que en el siglo VI  "Aquellos tresmagos son llamados Reyes ".  Por entonces estaban plasmados en un brillante mosaico de San Apolinar Nuevo en Rávena, los tres conatuendos   de   magos   iraníes,   llevan   gorro   frigio   y   típicas   calzas orientales, están escritos los nombres ya sobre sus figuras, y avanzan uno   tras   otro,   llevando   alegres   sus   tres   regalos   al   Niño   Dios,   no tardando   luego   en   reaparecer   definitivamente   como   Reyes,   con suntuosas vestimentas de seda  y sendas coronas de oro.  
    Por esa época, el nombre de  "mago"  suscitaba recelos, y la magia, blanca o negra, era una práctica sospechosa, así qué con el apoyo de una bíblica profecía de Isaías, los magos fueron ascendidos ha Reyes. La Epifanía acentúa así su simbolismo, los ricos monarcas se humillan ante el Divino Niño. En el siglo XIII, se recoge y ordena un aluvión de comentarios que explica sus aspectos simbólicos, los tres regalos vienen a expresar la triple naturaleza del recién nacido,el oro era para el Rey, la mirra para el Hombre, el incienso para el Dios. Y los tres Reyes representan las tres tribus bíblicas de Sem, Cam y Jafet es decir, Asia, Europa  y África.  Pero  a  los Magos   aún   les   quedaba   un   segundo   viaje   peregrino   después   de muertos.                                   Se cuenta que tras volver de Belén, y volver a sus países,
murieron allí, siendo enterrados en la lejana y fabulosa ciudad de Saba.   Pasados   unos   siglos,   vino   a   desenterrar   sus   huesos,   una piadosa dama y acreditada descubridora de reliquias, Santa Elena,madre  del  emperador  Constantino,  y con  el apoyo   imperial  se  los llevó a Constantinopla. De allí logró rescatarlos Eustorgio, obispo de Milán, que trasladó a los tres en un sarcófago hasta su diócesis. Algunos siglos más tarde, aprovechándose del saqueo de la ciudad por   el   emperador   alemán   Federico   Barbarroja   hacia   1164,   el Arzobispo   de   Colonia   Reinaldo   de   Dassel   logró   hábilmente apoderarse de los venerables restos regios, y los trasladó, en un viaje arriesgado, a su ciudad, y a orillas del Rin descansarían al fin, como refulgentes reliquias, adoradas como gran tesoro en un áureo arcón, y ,  a  su   mayor   gloria   comenzó   a   construirse   la   gran   catedral   de
Colonia.