Los delitos informáticos se triplican en Ávila

F.J.R.
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Sin embargo los restantes hechos delictivos 'tradicionales', en el caso de la capital, no se han incrementado como ha ocurrido con los cometidos en Internet

Los delitos informáticos se triplican en Ávila

Los ciberdelitos, los cometidos por los nuevos delincuentes de guante blanco, se han disparado en España y como no podía ser de otra manera, también en Ávila. En el caso de la capital y la provincia abulense, que nos ocupa, en los últimos ocho años (entre el año 2011 y el 2018, puesto que todavía no se han publicado los datos  de 2019), las infracciones penales cometidas en materia de delitos informáticos se han triplicado. Según los datos publicados en el Portal Estadístico de Criminalidad de la Secretaría de Estado de Seguridad, durante el año 2011 fueron 180 los delitos relacionados con la cibercriminalidad en la provincia de Ávila, mientras que en el 2018 estos mismos delitos se dispararon a 560.

En cuanto al tipo de tipologías penales incluidas se encuentran las estafas bancarias (que pasan de 8 a 20), los ataques informáticos (de 0 a 3). Es llamativo el incremento que han experimentado las estafas con tarjetas de crédito, que han pasado de 12 del 2011 a las 213 registradas en el año 2018). Otras tipologías penales incluidas son el acoso, abuso sexual, la amenaza a grupo cultural o religioso, las coacciones, los delitos de contacto, etc, así hasta un total de 26.

Frente a este tipo de delitos informáticos sorprende el descenso experimentado por el resto de delitos contra las personas, especialmente en la capital. Así, Durante los nueve primeros meses del año la criminalidad en Ávila aumentó ligeramente, un 0,7 por ciento, llegando a las 1.042, según los datos del señalado Portal de Estadística de la Secretaría de Estado del Ministerio del Interior. En realidad, y con referencia a los delitos cometidos en Ávila capital, estos han descendido porque en estas infracciones cometidas se incluyen las que han afectado a abulenses que se han producido en otras localidades y que no fueron presentadas en el lugar donde ocurrieron los hechos, sino en la Comisaría de Ávila, al ser su lugar de residencia. Son significativos los descensos en robos y hurtos, en el primer apartado con una bajada de casi un 69 por ciento en los robos con violencia e intimidación (se quedaron en 5 en los nueve primeros meses del año) y también descienden los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones (-17,5%).

En el caso de los hurtos, la reducción supera el 12 por ciento contabilizándose en 217 estas infracciones entre enero y septiembre. También se ve descenso en las sustracciones de vehículos o los delitos contra la libertad e indemnidad sexual y suben los casos de tráfico de drogas (5) y el resto de infracciones penales.

Operación Telémaco. Para frenar la tendencia del incremento de la cibredelincuencia, Interior estudia reforzar las unidades de la Policía Nacional y la Guardia Civil que luchan contra la ciberdelincuencia. Una de las medidas se ha puesto en marcha en el mes de diciembre del 2018, la Operación Telémaco para intentar canalizar la información de todas las denuncias y, de este modo, obtener información y para poder combatir más eficazmente a los grupos de ciberestafadores. En la circular en la que se activaba el operativo, se destacaba en varias ocasiones el “incremento exponencial” de las denuncias por estos delitos.

Expertos policiales consultados por este periódico reconocen que las estafas informáticas reportan a estas bandas especializadas grandes beneficios con muy pocos riesgos, y reconocen que es difícil detenerlos porque seguir su rastro les lleva a pedir la colaboración de otros países y, salvo la Unión Europea, EE UU y latinoamércia, pocos Estados colaboran.

Esta misma rentabilidad ha hecho que grupos que hasta ahora se dedicaban a otros tipos de delitos hayan decidido pasarse a la ciberdelincuencia: Las penas son menores que para un robo con fuerza y, además, consiguen mucho más dinero. Sin moverse de un piso pueden estar cometiendo fraudes informáticos en cualquier lugar del mundo. A los investigadores incluso les sorprende la juventud de algunos estafadores. Hay adolescentes que perciben las estafas que cometen como un simple entretenimiento. 

La Operación Telémaco o estructura los fraudes informáticos a través de cuatro tipo de delitos: las estafas a través de las plataformas de comercio electrónico. Los más habituales son las falsas ventas por Internet, principalmente de productos tecnológicos que las víctimas nunca reciben. Estas se suelen disparar en Navidad o en campañas como el Black Friday. A partir de marzo, son los falsos alquileres, en los que los afectados pagan la reserva de apartamentos para sus vacaciones que no podrán disfrutar porque o no existen o ya han sido alquilados por sus dueños reales. La compraventa con vehículos y maquinaria; el alquiler online. En este caso se llevan la palma los alquileres vacacionales, a partir de marzo, son los falsos alquileres, en los que los afectados pagan la reserva de apartamentos para sus vacaciones que no podrán disfrutar porque o no existen o ya han sido alquilados por sus dueños reales. Por último se encuentran las transferencias fraudulentas a través de internet, el llamado pishing, o suplantación de la identidad para enmascarar el delito. En muchos casos se hace con cantidades muy pequeñas que no hace sospechar a los alertantes. Otro tipo de estos delitos se produce con la clonación de las tarjetas de crédito, para realizar con ellas cargos indebidos.

Las compras en páginas falsas de Internet siguen también en el orden del día de este tipo de delincuentes o incluso aprovechan para anunciarse en páginas de ventas como Wallapop. En muchas ocasiones estas infracciones no se denuncian. La policía anima a que se realice denuncien estos casos y en caso de plataformas  de ventas de productos entre particulares, como Wallapop, anima a que se utilicen las pestañas que utilizan estas plataformas para denunciar este tipo de fraudes.