El escritor, ensayista y poeta abulense José Jiménez Lozano (Langa 1930), uno de los hombres de letras más relevantes de nuestro país de la segunda mitad del pasado siglo, ha fallecido este lunes, a los 89 años, dejando tras de sí un amplio legado literario y periodístico que se hizo merecedor de muchos y notables galardones.

Uno de los últimos reconocimientos que recibió en su tierra tuvo lugar el pasado mes de junio, cuando la Diputación de Ávila le hizo entrega de la Medalla de Oro de la Provincia al considerarle “embajador” del territorio en el que nació.

Su muerte ha causado una notable consternación en la sociedad abulense, especialmente en la capital, a la que siempre estuvo muy apegado, y su pueblo, del que nunca dejó de estar muy vinculado e implicado.

José Jiménez Lozano, que en 2002 recibió el Premio Cervantes, es autor de decenas de libros de ensayo, ficción y poesía, entre los que pueden destacarse El grano de maíz rojo (Premio de la Crítica 1998), Nosotros los judíos, La Lugareja, Ronda de noche, Un hombre en la raya o Un pintor de Alejandría.

Otros premios que recibió a lo largo de su larga trayectoria fueron el Premio de Castilla y León de las Letras en 1988, el Premio Nacional de las Letras en 1992, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, o el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, entre otros. Entre sus obras, deja numerosos ensayos y más de una veintena de novelas.

El funeral por el eterno descanso de José Jiménez Lozano se celebra hoy lunes, a las 17.30 horas, en la capilla de Santiago Apóstol de Alcazarén, y posteriormente sus restos mortales serán enterrados en el cementerio de esa localidad vallisoletana en la que residía desde hace varias décadas.