La 'Selectividad' más segura

B.M
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Si los nervios nunca faltan a la hora de enfrentarse a la prueba de acceso a la universidad, este año habrá que convivirtambién con los preparativos para que los centros cumplan todas las normas en cuanto a distancias e higiene

La ‘Selectividad’ más segura

Si ya de por sí pasar por la ‘Selectividad’ (en realidad ahora la EBAU, Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad) conlleva muchos nervios para los alumnos, este año lo tendrán que hacer también con una crisis sanitaria como telón de fondo y todas las medidas que ello conlleva. Y esta situación no afecta solo a los alumnos sino a los centros donde se realizan las pruebas, con todas las adaptaciones necesarias.

Una de las primeras consecuencias es que este año hay nuevas sedes, lo que supone una distribución diferente de los alumnos. Y entre estas nuevas sedes está la del instituto Aravalle, en El Barco de Ávila, que se estrena en estas lides. Sin embargo, todo parece indicar que la situación está controlada según explica su director, Manuel Martín, que dice que se ciñen a las guías que tienen de la Universidad de Salamanca (estamos en su distrito) y de la Consejería de Educación. Esto quiere decir que se tiene cuidado con las distancias mínimas y se han habilitado dos aulas por si se presentan todos los anuncios que potencialmente podrían hacer la prueba y que incluyen 28 en El Barco y 19 de Piedrahíta. Para ellos se cuenta con el aula de música, con 32 puestos, y otra al lado, con otros 14, para cumplir con el requisito de dos metros entre alumnos, dado el espacio que tienen.

Además se cuenta con geles desinfectantes en un centro dividido en tres plantas y donde también en los aseos, para chicos, chicas y profesores, habrá dispensadores de gel o jabón y papel.

Van a recibir señales para el centro con las indicaciones necesarias, de modo que se distribuyan los flujos y no haya cruces entre los alumnos. Se señalarán entradas, escaleras, aseos... teniendo en cuenta que hay dos entradas, una de salida y otra de entrada y también se distribuyen las escalera para el acceso a las plantas. Se tiene previsto además una dotación con mascarillas y se van a adquirir termómetros.

Todos los preparativos se completan con un lugar preparado por si hay que activar el protocolo y hay que llevar a alguien allí (si fuera un alumno avisando a sus padres) y otro para el personal y los preparativos.

No se descuida la limpieza y la Diputación ha hecho una desinfección y también estará el personal con el protocolo, por ejemplo, de limpiar los baños tres veces al día.

El cuanto al gasto, aunque el propio centro ha anticipado, lo cierto es que desde la Dirección Provincial de Educación ya se les ha facilitado, por ejemplo, geles desinfectantes papeleras cerradas o pantallas faciales.

En el instituto Arenas de San Pedro también se seguirán todas las medidas indicadas para los 80 alumnos. Su directora, Yolanda Miranda, explica que se ha optado por hacer la prueba en el polideportivo para lo cual está preparada la señalización y tienen seis personas de limpieza para acudir a limpiar cada examen.

Se han seguido las medidas de higiene, explica, con la Diputación también desinfectando el centro y con todo «bastante controlado» porque en el polideportivo, que es un espacio más grande, hay baños y fuera patios para que los alumnos puedan mantener las distancias de seguridad. Hay además la posibilidad de tener una entrada y una salida y se intentará controlar también la temperatura con aparatos de aire acondicionado y ventilación por la noche dado el calor de la época.

No se escatimarán las explicaciones a los alumnos cuando llegue la hora de entrar, para que conozcan las medidas de seguridad y que haya incluso desinfección individual según entran. Todo para que «se sientan cómodos».

En el instituto Eulogio Florentino Sanz de Arévalo también cuentan con la ventaja de tener un centro muy grande en el que se han preparado tres aulas. Su director, Javier Urueña, explica que hay un aula con las sillas preparadas a dos metros con unas 35 plazas, el gimnasio, con 32, y otra aula con algo menos de espacio, pero sin renunciar a la seguridad. Teniendo en cuenta la matrícula el espacio está perfectamente definido siguiendo las medidas de seguridad e higiene y con distancias en pasillos, entrada y con la correspondiente señalización.

En el caso de la capital abulense las pruebas se harán como ocurre habitualmente en la Escuela Politécnica y este año también en la de Educación y Turismo, ambos centros correspondientes al campus abulense de la Universidad de Salamanca. En este último caso, su directora, Isabel López, explica que se adaptarán para acoger a los estudiantes de la EBAU y se aplicarán todos los protocolos y medidas sanitarias «para una selectividad segura». Ya con las aulas preparadas es necesario, por ejemplo, que el acceso se haga por una sola puerta. Aún están a la espera de recibir instrucciones precisas y el material que pueda llegar, pero también están preparando, por ejemplo, algunos carteles para indicar las aulas y todo sea «lo más fluido posible». 

A la espera de instrucciones están también en la Escuela Politécnica, que habitualmente lo que hace es ofrecer sus espacios para la prueba, dice el director, Santiago Sánchez. Este año han ofrecido todas sus aulas, que antes no se ocupaban puesto que había que ver la disponibilidad. A falta de los materiales e indicaciones, en su caso sí que cuentan ya con la ventaja de tener algunas indicaciones ya visibles en el centro para el flujo de estudiantes.