Las nubes que teñían este sábado el cielo de Ávila impedían ver la sierra que a mediados del pasado mes de agosto ardían,  pasto de las llamas del incendio más devastador que ha sufrido esta provincia. Aquellas dos noches en las que el fuego pintó de naranja la oscuridad muchos abulenses contemplaron, incrédulos, aquella estampa infernal desde el paseo del Rastro.  Y allí, en ese mirador de la ciudad de Ávila que ofrece una vista privilegiada hacia la sierra de La Paramera y el valle Amblés, se detuvo hoy la manifestación ciudadana convocada para pedir que se revisen los protocolos antiincendios, a la que han acudido unos 400 ciudadanos, principalmente vecinos de los pueblos afectados, pero también personas que tienen en ellos sus raíces familiares y que han sufrido en primera persona los daños, tanto materiales como emocionales, que dejó el incendio.

Bajo el lema 'Se pudo parar', dos asociaciones vecinales asentadas en dos de los municipios afectados por el fuego (-Sierra de Yemas, de Riofrío, y Entre Río, de Sotalbo) convocaron esta acción de protesta, sobre todo después de que el juzgado archivara el caso al constatar que se cumplieron los protocolos antiincendios y de que trascendiera el informe que  el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil envió al juez, «en el que se dice que si se hubiera actuado de otra manera» el incendio «no hubiera tenido esta magnitud», explicó ante los medios de comunicación Elvira Galán, presidenta de uno de los colectivos convocantes. «Por eso queremos que se sienten» los políticos, «seguro que hay algo que revisar para que a nosotros y a otros no les vuelva a pasar», planteó, al tiempo que pidió a los representantes públicos «que dejen la soberbia, que sean humildes y que se pongan a revisar los protocolos porque si, como dice el señor Quiñones, insisten y vuelven a actuar de la misma manera, a lo mejor el incendio no será de sexta generación sino de octava, y en vez de 22.000 hectáreas será del doble», auguró la presidenta de la Asociación Sierra de Yemas. «Los protocolos están obsoletos», sentenció Ana Jiménez, presidenta de la Asociación Entre Río. 

400 personas reclaman revisar el protocolo antiincendios - Foto: Isabel García Precisamente, al consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez, responsable del operativo antiincendios de la Junta de Castilla y León, iban dirigidas la mayoría de las proclamas y pancartas que se exhibieron durante la manifestación, reflejo del malestar que unas declaraciones suyas causaron entre los vecinos de los pueblos afectados. Entre ellas, 'Quiñones levanta, tu ridículo nos espanta' o 'Ridículo es no mandar una avioneta cuando se quema medio planeta', aunque también podía leerse 'Cuando os sale del boldo cambiáis el protocolo'. 

 Al finalizar la manifestación, que ha partido de la plaza Corral de las Campanas -sede de la Diputación de Ávila- y ha concluido en la plaza de Santa Ana -frente a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León- se leyó un manifiesto que comenzaba expresando el agradecimiento a la solidaridad ciudadana recibida durante y tras el incendio, así como al trabajo de profesionales y personas individuales para lograr la extinción del fuego. Además, solicitan  a la Junta un informe detallado con el operativo que actuó, que se implementen medidas eficaces tanto en la extinción como en la prevención de los incendios;  que se explique cuánto costó apagar el fuego; que el consejero de Fomento y Medio Ambiente haga autocrítica y pida disculpas a los ciudadanos por unas declaraciones que los convocantes consideran desafortunadas y que se revise el protocolo contando con las opiniones de especialistas ajenos a la Administración regional. También se pide a la Diputación un informe en el que detalle cómo se recepcionó, coordinó y repartieron entre los pueblos afectados por el incendio las donaciones de paja, agua, etc.