Vettones: El resurgir de la cultura celta

VICENTE G.
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Los nuevos descubrimientos arqueológicos y numerosos acontecimientos festivos están despertando un gran interés hacia el conocimiento de las raíces vettonas abulenses

Puesta de sol en el Castro de Ulaca (Solosancho) - Foto: VICENTE_GARCIA

Como enigmática y misteriosa podemos calificar a la historia vettona. Una cultura ancestral enclavada principalmente en el centro de la Península Ibérica que cada año se reivindica con más fuerza a través de numerosos actos culturales, lúdicos y festivos en los que nuestra provincia tiene un protagonismo muy especial.

La época dorada de los vettones tuvo lugar desde el siglo IV al II a.C.,  cuando formaron núcleos independientes y de forma paralela a la de otros pueblos celtas. Tierras salmantinas y abulenses fueron lugares elegidos para desarrollar sus vidas. En nuestra provincia destacan los castros de El Berrueco (Medinilla) El Raso (Candeleda) o Las Cogotas (Cardeñosa), algunos incluso consiguen formar enormes núcleos urbanos muy dinámicos y en expansión constante como el de Ulaca (Solosancho), que ocupó más de 60 ha, o el de La Mesa de Miranda (Chamartín), que ocupó unas 30, aunque probablemente se extienda mucho más.

A pesar de que estas culturas tuvieron una vida muy corta (entre el 400 y el 150 a.C.) llegaron a ser muy florecientes y sus castros fueron abandonados precipitadamente según algunos arqueólogos e investigadores por la llegada de las campañas de Aníbal a estas as tierras centrales; lo que sí parece demostrado es que su final se produjo ante la presión implacable de las legiones romanas.

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Vettones: El resurgir de la cultura celta. Recreación en el castro de La Mesa de Miranda (Chamartín)
Vettones: El resurgir de la cultura celta. Recreación en el castro de La Mesa de Miranda (Chamartín) - Foto: VICENTE G.
Vettones: El resurgir de la cultura celta. Recreación de una batalla, en el castro de La Mesa de Miranda (Chamartín)
Vettones: El resurgir de la cultura celta. Recreación de una batalla, en el castro de La Mesa de Miranda (Chamartín) - Foto: VICENTE G.
Vettones: Una de las visitas guiadas al castro chamartino de La Mesa de Miranda
Vettones: Una de las visitas guiadas al castro chamartino de La Mesa de Miranda - Foto: VICENTE G.

Tras su abandono, algunos de estos núcleos fueron invadidos por la vegetación y cubiertos por capas de tierra, fundiéndose con la naturaleza y quedando totalmente ocultos ante la vista del ser humano; un buen ejemplo de esto es el castro chamartino. Así permanecieron sumidos en el olvido más profundo...

Mucho tiempo después, casi de forma casual y gracias al interés de varios investigadores y arqueólogos como Juan Cabré y Antonio Molinero, se inician los trabajos de excavación en 1930. Desde ese momento comienzan a desvelarse algunos de los aspectos más desconocidos de estos antepasados y sobre los que aún queda mucho por descubrir, ya que fue una civilización casi misteriosa y que está aportando constantes sorpresas a los investigadores como ha ocurrido con los últimos hallazgos en las excavaciones realizadas y que aún continúan en la actualidad; datos inéditos aportaron las más recientes efectuadas en la «Casa C» por Juan Pablo López que demuestran que poseían una estructura social mucho más compleja de lo que se pensaba...