La Diputación Provincial de Ávila lleva la magia a doce localidades de la provincia entre los meses de diciembre y enero de la mano del Festival Ávila Provincia Mágica, que cumple cinco ediciones y lo hace con «una buena respuesta de público» en sus primeros pases. Hoyos del Espino, Muñana, Villarejo del Valle, La Colilla, Las Berlanas, Navahondilla, Martiherrero, Santa María del Cubillo, Navalosa, Hoyocasero, Flores de Ávila y El Hornillo son los doce municipios abulenses que en esta ocasión acogerán las actuaciones, en colaboración con los ayuntamientos, para acercar la cultura y el arte al medio rural.

El objetivo, señaló el diputado de Cultura, Eduardo Duque, pasa por «que no haya ciudadanos de primera y de segunda» de manera que los vecinos de todas las edades puedan acceder a una propuesta cultural. «Vivir en un pueblo no significa tener menos oportunidades», señaló.

El programa, en el que participan destacados magos, «trata de armonizar aspectos teatrales y pedagógicos con la participación activa de los vecinos en función de sus edades», lo que se considera además una «actividad intergeneracional» para reforzar el vínculo entre ellos. 

En la presentación de la iniciativa, que arrancó el 5 de diciembre y estará en liza hasta el 15 de enero, Duque también subrayó «la calidad indiscutible» de las actuaciones, así como el carácter gratuito de las mismas.

Uno de los participantes, el Mago Óscar, agradeció la confianza y la disposición de la Diputación para que el festival «siga creciendo». Este año a los magos de Ávila se sumarán participantes de Salamanca y e arte de la magia se reforzará con «historias y cuentos» para un espectáculo «más visual y diferente».

El director de la propuesta, Juan Mayoral, también destacó la contribución del festival, que tiene su origen en León, al acercamiento de la cultura al medio rural. Además, habló de espectáculos para «compartir con toda la familia» y subrayó que el cartel del festival busca «homenajear a grandes maestros del ilusionismo de la época dorada de la magia», al tener claro que «lo que hacemos se lo debemos a ellos».