Daniel de Fernando Alonso, uno de los políticos abulenses más destacados a nivel provincial, regional y nacional durante los decisivos años de la Transición española y los siguientes, falleció ayer en Ávila a la edad de 81 años. La misa por su eterno descanso se celebrará hoy en la iglesia parroquia de la Sagrada Familia, desde donde su cuerpo será trasladado al crematorio municipal para su incineración.

Expresidente de la Diputación Provincial (cargo que ocupó en dos periodos distanciados cinco años), exdiputado nacional y exprocurador en Cortes regionales por CDS, con su muerte se pierde a un político de vocación y farmacéutico de profesión que siempre presumió de ejercer su labor pública procurando el diálogo y la moderación.

La Diputación Provincial de Ávila, en un comunicado hecho público ayer, manifestó que “lamenta el fallecimiento de Daniel de Fernando Alonso, quien fuera presidente de esta institución provincial entre 1979 y 1982 y de 1987 a 1991, y decreta tres días de luto oficial”.

Daniel de Fernando, en su última aparición en un acto público, en diciembre de 2018 - Foto: Juan Luis del Pozo

De Fernando fue procurador en las primeras Cortes de Castilla y León constituidas en 1983, después de las elecciones autonómicas, como miembro del Grupo Mixto. Repitió como parlamentario por Ávila en la lista de UCD, cuya formación consiguió 18 escaños y en 1989 entró en el Gobierno de la Comunidad con Jesús Posada (PP) como presidente de la Junta en sustitución de José María Aznar.

Nacido hace 81 años, casado y con seis hijos y farmacéutico de profesión, Daniel de Fernando Alonso -recuerdan desde la institución que presidió- se convirtió en presidente de la Diputación de Ávila tras las elecciones municipales de 1979 y dimitió en 1982. Posteriormente, volvió a ser presidente de la institución provincial entre 1987 y 1991.

Amigo de Adolfo Suárez y miembro de honor de la Institución Gran Duque de Alba desde el 30 de noviembre de 1983, la Diputación de Ávila le impuso la Medalla de la Provincia, en su categoría Oro, en 2008, coincidiendo con el trigésimo aniversario de la Constitución Española.

La capilla ardiente por Daniel de Fernando, precisamente para reconocer públicamente lo mucho que aportó a esa institución y al conjunto de la provincia, fue instalada en el salón de plenos de la Diputación de Ávila.