Un problema de altura

M.M.G.
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La semana que viene la pasarela que cruza la avenida de Juan Carlos I cumple 13 años y lo hará con nuevos trabajos de reparación en su superficie, presupuestados en 15.000 euros. En este tiempo se han repetido cierres y arreglos puntuales

Un problema de altura

El 21 de febrero del año 2006, ahora van a cumplirse 13 años, el entonces alcalde, Miguel Ángel García Nieto, inauguraba una infraestructura cuyo principal objetivo era reforzar la seguridad de los peatones. Hablamos del paso elevado que cruza la avenida de Juan Carlos I a la altura del Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles, para cuya construcción se invirtieron entonces 250.000 euros.  

Mucho ha llovido (y nevado y helado) desde entonces. Tanto que la infraestructura ha sufrido casi desde sus primeros compases desperfectos que han provocado en unas ocasiones su cierre temporal y en otras, la necesidad de realizar arreglos para que pudiera seguir en uso.

El último capítulo de esta historia, y después de un nuevo cierre a mediados de enero por las fuertes heladas registradas en Ávila, tendrá lugar la semana que viene. Será entonces cuando se lleven a cabo sobre la pasarela unas nuevas obras de reparación. En esta ocasión, el Ayuntamiento de Ávila invertirá 15.000 euros en la eliminación del óxido en las partes que sea necesario, así como en la aplicación de un tratamiento de intemperie y repintando de la misma.

Se repetirá entonces una imagen ya vista en estas páginas: la de un operario reparando una instalación cuyos usuarios ya denunciaron en 2009, sólo tres años después de su inauguración, los desperfectos que en ella había: oxidación y charcos helados que complicaban el transitar por la misma.

A esta redacción continuaron llegando fotos del estado del paso elevado cuya imagen degradada volvió a ser noticia en julio de 2013, sólo unos meses antes de que el Ayuntamiento anunciase una inversión de 15.000 euros (la misma que se va a llevar a cabo ahora) para reparar la pasarela.

En aquella ocasión las tareas que estaban previstas consistían en la limpieza de toda la pintura con una máquina de chorro de arena y agua a presión, el barrido del puente y la retirada de los restos en sacos especiales, la aplicación de imprimación anticorrosiva en todo el suelo, las rampas y las escaleras de acceso y la aplicación de pintura antideslizante.También se contemplaba llevar a cabo el tratamiento con pintura anticorrosiva en algunas zonas puntuales de la parte inferior de la pasarela y la aplicación de pintura esmalte en color gris también en zonas concretas. En aquella ocasión no se llevó a cabo el tratamiento en los laterales  de la pasarela al estar entonces en buen estado.

Finalmente, el óxido del puente tuvo que ser retirado con una radial, lo que retrasó el trabajo algunas semanas más del tiempo previsto en un primer momento.