Como si de una final por anticipado se tratara, que lo es; como si todo lo bueno logrado antes se hubiera esfumado en apenas dos jornadas, como ha ocurrido; como si la temporada caminara en estos momentos al filo del abismo, que camina... Como si tantas cosas el Real Ávila afronta el duelo de este sábado –16,30 horas– ante el Almazán con la obligación de sumar tres puntos que les mantenga, al menos, con la calculadora encendida para que las cuentas a final de curso sean en positivo. Dos derrotas consecutivas –Tordesillas y Salamanca B– han colocado a los de Jonathan Prado en una tesitura complicada. A ocho puntos de los playoffs los encarnados viven en el alambre de lo posible y lo creíble. Si los de arriba siguen el ritmo, los encarnados están obligados a encontrar desde ya una dinámica positiva. Yaunque La Arboleda no es un campo de buenos recuerdos, poco importa. La situación lo exige.
«Hace dos jornadas evolucionábamos bien» recuerda Jonathan Prado en una semana que se ha vuelto del revés. Tras cuatro victorias consecutivas y el empate ante la Arandina el equipo cogió vuelo. Todo parecía posible. Pero se falló en Tordesillas y se tropezó ante el filial salmantino en casa cuando nadie lo esperaba. Del blanco al negro. En el fútbol no existen los grises, especialmente cuando los de arriba, allí donde quieres llegar, no te lo permiten.
«Somos un equipo al que los estados de ánimo le afectan bastante» analizaba el entrenador viendo las sensaciones del vestuario «tras el mazazo» del fin de semana. «Tenemos que volver a conseguir el acierto en las dos áreas», vuelve a marcar el técnico palentino como hoja de ruta. No es nueva la receta para un equipo al que le costó arrancar, pero cuando lo consiguió llegaron los resultados.
Necesita cambiar la dinámica, o mejor dicho recuperarla. «Habrá cambios» en el once. Algunos por decisión técnica, quizás no tantos como querría. Otros por obligación. Sólo desvela las bajas de Diego Ortiz,Cristo y Rubén Ramiro, pero la realidad es que hay más. «No vamos a completar la convocatoria, eso está claro» advierte el entrenador sin ánimo de dar más pistas a un rival que sigue teniendo a Edipo (8 goles) como su mejor activo. «Son un equipo vertical, directo. Por ahí irá el partido, pero nosotros no podemos caer en el juego directo frontal» advierte a los suyos. La Arboleda marcará la pauta. Es un campo cuyas dimensiones condiciona el juego, pero «modificaremos alguna cosa para ser más contundentes» adelanta el entrenador, que entiende que es el momento de «encontrar las sensaciones de antes si queremos encontrar una buena dinámica en el campeonato». Habrá una vuelta de tuerca.
El gol en el Real Ávila se queda en manos de Rubo
Necesita recuperar la «contundencia en las dos áreas» el Real Ávila y en especial en la ajena, allí donde este curso el Real Ávila está acusando la factura. Porque al menos en esta primera parte de campeonato el gol en el equipo encarnado está en manos de Rubo. Más allá del ‘9’, poco más. Las ausencias de Calderón (2) y una extraña lesión de última hora de Cristo (1) –«no sabemos cómo se la produjo»– han dejado al equipo sin más alternativas, competencia y compañía para el madrileño. 23 goles suma el equipo, muy lejos de las cifras de los de arriba. Rentabilizar los propios se hace más necesario que nunca en una lista de goleadores en la que Peli (3) es el segundo máximo realizador.