El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, habló este miércoles de «cierto retraso» en las obras de la carretera AV-500, que supone llevar a cabo la mejora de la plataforma y firme de esta vía que sale desde la capital abulense hacia El Espinar, en Segovia.

 Esta obra, dijo, fue adjudicada el 27 de mayo de 2019 con un plazo de ejecución de 18 meses y un importe de 2.296.836 euros. Ahora está en marcha la infraestructura pero va «con un cierto retraso y, por lo tanto, probablemente no terminará en esos 18 meses». En todo caso, en este proceso lo que se hará desde la Junta de Castilla y León es «acompañar a la empresa para que agilice los trabajos de ejecución y termine cuanto antes».

Lo cierto es que a finales del mes de marzo se dio a conocer que las obras en esta carretera se veían paralizadas por las lluvias y la crisis sanitaria. Hasta ese momento ya se habían efectuado los trabajos de fábrica y el movimiento de tierras de casi un tercio de la obra, con un total de 8,3 kilómetros, a pesar del invierno lluvioso y las nieves de marzo.

Pero en este momento, ya con la crisis sanitaria, se paraba la obra por el estado de alarma decretado por el Gobierno que obligaba a guardar cuarentena en las viviendas para evitar posibles contagios a los trabajadores. Pero además, las actuaciones que se tenían que llevar a cabo requería de un suelo totalmente seco para la ejecución.

Las obras de esta carretera dieron comienzo a principios de octubre de 2019 y ya tuvieron que ser paralizadas un par de semanas en diciembre debido al mal tiempo, aunque entonces se indicaba que se esperaba que se finalizaran durante este año. La nueva situación impide ahora concretar plazos.

Lo que sí se dio a conocer hace unos días es que estaba previsto que esta misma semana se retomaran los trabajos y así poder ir avanzando en este proyecto que se tiene que ejecutar tanto en el tramo abulense, correspondiente a la AV-500, como en el de Segovia (SG-500), desde Urraca Miguel hasta El Espinar.