Los retos a los que se miden los sistemas ADAS

SPC-Agencias
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Sus limitaciones de visión y el mal uso dado por parte de los conductores son algunos de los desafíos a los que se enfrentan

Los retos a los que se miden los sistemas ADAS

La mayoría de los automóviles nuevos equipa sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS). Millones de conductores ya los disfrutan en sus coches, que pueden frenar, acelerar, mantener la distancia con el vehículo que les precede, mantenerse o cambiar de carril, por sí mismos. Es una tendencia al alza que se verá respaldada porque la Unión Europea exigirá que los coches nuevos equipen de serie algunas de estas tecnologías a partir de julio de 2022. 
Pero estos sistemas, y su uso por parte del público, tienen algunos aspectos a mejorar, como ha alertado la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y numerosos estudios. Superar esos retos es clave para seguir avanzando hacia la conducción autónoma de nivel 5. Estos son los grandes desafíos a los que se enfrentan los sistemas ADAS.

 

Limitaciones de visión

La FIA ya alertó que la precisión del funcionamiento de los sistemas ADAS aún no es del todo satisfactoria. Hay demasiadas ocasiones en las que el asistente no se comporta como se espera y esto afecta a la confianza por parte de los usuarios finales. 
La American Automobile Association (AAA) concluyó en un estudio que el funcionamiento de algunos de estos sistemas se ve afectado negativamente por la lluvia y, en menor medida, la suciedad en el parabrisas. Los sensores de los ADAS (cámaras, radar, sensores de ultrasonidos y sensores láser LIDAR) también tienen limitaciones de visión, por ejemplo, para ver a través de la niebla, polvo o humo; para diferenciar entre un recorte de cartón de una persona y un ser humano real; o para detectar hielo en la calzada a cientos de metros de distancia.

 

Desconocimiento

Los sistemas ADAS son una tecnología compleja y en constante evolución, que los conductores han de comprender para poder beneficiarse de todas sus ventajas. Es muy importante saber cómo funcionan, qué es lo que van a hacer, en qué situaciones pueden ayudarnos; comenzando por comprender que son una ayuda al conductor, no un piloto automático que nos reemplace ni nos permita bajar nuestro nivel de atención al volante. 
La responsabilidad de conocer qué sistemas equipa un coche y cómo funcionan es compartida: el fabricante tiene la obligación de informar a su cliente; pero el propietario también la responsabilidad de preocuparse por su seguridad y la del resto de los usuarios.
Los sistemas ADAS no tienen una nomenclatura común. Esto provoca que los consumidores tengan muy difícil comparar entre vehículos de diferentes fabricantes. 

 

Vicios y riesgos 

Muchos conductores están adquiriendo peligrosos vicios en la utilización de estos sistemas. Por ejemplo, al saber que el coche va a avisar y a frenar solo en caso de detectar un riesgo de colisión, algunos conductores se pegan más al coche que le precede o distraen durante más tiempo la atención. Otro vicio es no mirar hacia atrás al aparcar o salir de un estacionamiento, confiando en alerta de tráfico cruzado. 

 

Mantenimiento

Entre las recomendacionesde la FIA está la de «asegurar procesos transparentes de mantenimiento y calibración para que mantengan su eficacia con el paso del tiempo». 
Desde el punto de vista del usuario, estos sistemas no requieren de ningún mantenimiento especial. Son los servicios oficiales, o talleres autorizados, quienes comprueban electrónicamente que no hay fallos en el sistema. Tan solo se recomienda mantener limpias las zonas alrededor de las cámaras.
Pero cuando se instala un parabrisas nuevo, las cámaras y sensores han de ser recalibrados. Una recalibración incorrecta puede producir fallos graves. El coche no es capaz de realizar un reconocimiento fiable del entorno y esto puede provocar un frenazo a destiempo o, lo que es peor, una colisión o un atropello.