Alegato contra las violaciones de la libertad religiosa

B.M
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Bernardito Cleopas Auza, nuncio apostólico en España, se encargó de la lección inaugural de la UCAV

Alegato contra las violaciones de la libertad religiosa - Foto: Isabel García

Bernardito Cleopas Auza, nuncio apostólico en España, fue el encargado de la lección inaugural del nuevo curso en la Universidad Católica de Ávila (UCAV) con un discurso que se convirtió en todo un alegato en favor de la libertad religiosa y en contra de la persecución por motivos de religión. 

Tomando como referencia el informe de 'Ayuda a la Iglesia necesitada', aseguró que «el 67 por ciento de la población mundial viven en países con graves violaciones a la libertad religiosa». Se trata de problemas preocupantes en muchos lugares, que también en occidente tienen su reflejo con la denominada «persecución en modo educado».

Su lección trató, en general, respecto a las amenazas a la libertad religiosa, basándose en que se trata de un derecho fundamental del hombre, que no se discute. Se trata de una libertad «personal» pero que también tiene su escena de forma pública, comunitaria.

Es un derecho que «corresponde a la dignidad humana» e incluye esa libertad de elegir religión o cambiar si se quiere, de vivirla en público o en privado y de enseñarla.

Pero ese derecho se encuentra con amenazas y se ha convertido en situaciones preocupantes en algunos lugares como Asia. Y se habla tanto de la misión evangelizadora en zonas donde no se conoce el cristianismo como cuando es la «nueva evangelización», llegando a sociedades que conocen el cristianismo desde hace mucho tiempo pero que han dejado la creencia.

Según se refleja en el informe 'Ayuda a la Iglesia necesitada', hay una violación a la libertad religiosa que es «preocupante» y lo es con casos de discriminación, persecución directa, falta de libertad para manifestar la religión o prohibición de la conversión.

Hay 62 países donde un tercio de la población sufre persecución, aseguró. Y de ellos, en 36 los creyentes sufren discriminación desde todos los puntos de vista. En 26 los creyentes, sobre todo cristianos, sufren «persecución directa, física».

Reflexionó que no hay una única razón que lleva a esa vulneración. Hay países donde la violación contra la libertad religiosa está en el sistema legislativo, otros casos donde es por gobiernos concretos, donde hay persecución como obra del extremismo religioso «sobre todo islamista» o por sistemas nacionalistas étnicos religiosos.

De vuelta a casa, en occidente habló de esa persecución «educada», más «solapada», donde puede haber injerencias en la libertad de conciencia o negación en el acceso a puntos concretos como programas educativos, normalmente por «nuevos derechos» por «nuevas formas culturales que reducen las religiones al silencio o la oscuridad de la conciencia de cada uno», sin exposición pública.

Recalcó que no se protege el derecho a la objeción de conciencia en «cuestiones relacionadas con el aborto y la eutanasia» o incluso en la posibilidad de gestionar los propios colegios.

«La Iglesia no quiere privilegios, pretende hacer en libertad su trabajo, su misión», aseguró, y los creyentes «quieren que su libertad religiosa no sea violada sino garantizada», concluyó.