"Trabajamos en planes de grados y másteres de la Policía"

B.M
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Ricardo Rivero, catedrático de Derecho Administrativo, es rector de la Universidad de Salamanca, que tiene en Ávila un campus con la Escuela Universitaria de Educación y Turismo, Escuela Politécnica Superior y Escuela Universitaria de Enfermería

"Trabajamos en planes de grados y másteres de la Policía" - Foto: Isabel García

De esta entrevista se desprenden varias cosas. La primera, que el rector de Salamanca, Ricardo Rivero, tiene claro que el Centro Universitario de Formación de la Policía Nacional estará en Ávila. La segunda, que desde la Universidad de Salamanca se cree que potenciar el campus de Ávila supone seguir apostando por la internacionalización y que haya más implicación del Gobierno para potenciar los itinerarios científicos. Y la tercera, que aunque el horizonte de las elecciones a rector ya se acerca, él prefiere dejar pasar el tema. Más allá de eso, un asunto que no se podía obviar es la covid-19 y la apuesta (ganadora) por la presencialidad segura.

¿Está siendo el año más duro de su rectorado? ¿Cómo se han enfrentado a la situación provocada por la covid-19?

Todas las personas en puestos de responsabilidad, organizaciones privadas y públicas, hemos tenido que redoblar nuestros esfuerzos para reaccionar con los medios a nuestro alcance a unas circunstancias que en su momento eran desconocidas y muy exigentes. Hace un año, las primeras semanas del confinamiento y la primera ola fueron durísimas para tantas familias, para los profesionales sanitarios a quienes siempre debemos agradecer su respuesta a esta crisis, y en la universidad supuso también una adaptación en tiempo récord a nuevos formatos, un mantenimiento del servicio público en condiciones muy diferentes a las normales. Si tuviera que resumir en una palabra como me siento, sería agradecido por todo el trabajo que han hecho tantas personas.

¿Y cómo está siendo este curso en Ávila?

Aquí en el campus de Ávila tanto la responsable del campus, la profesora Sonsoles Sánchez-Reyes, la directora de Educación y Turismo, el director de la Escuela Politécnica y la directora de Enfermería, todos los responsables de los centros han hecho un gran trabajo para seguir con la docencia, los grupos de investigación, han mantenido su producción científica. Hay que agradecer el trabajo de tanta gente, en general en todas las organizaciones, los medios de comunicación, los hospitales, las fuerzas y cuerpos de seguridad, las empresas de distribución. Quiero decir que ha sido un año muy duro para todo el mundo y lo que haya salido bien es el resultado del trabajo de mucha gente.

Tendremos que recuperarnos de la tristeza de tantas pérdidas porque siempre hay que recordar que hemos perdido a muchas personas en este tiempo.

Hicieron una apuesta por la presencialidad segura ¿cómo ha resultado?

Bien. Los datos a día de hoy demuestran de forma inequívoca que es posible desarrollar un servicio público de educación superior con todas las garantías, respetando las medidas de prevención, presencial, sin incremento de incidencia epidemiológica. Voy a demostrarlo con un hecho. Dos o tres semanas después del último periodo de evaluaciones presenciales, que fue controvertido en su momento y yo tuve una polémica con el ministro de Universidades por esa defensa de presencialidad segura y evaluación que era absolutamente irrenunciable por la equidad, igualdad de oportunidades, por la fiabilidad de la adquisición de competencias en los planes de estudio, después de realizar miles de pruebas presenciales tuvimos el dato más bajo de incidencia de la serie histórica. No hay una correlación ni casualidad entre presencialidad en la educación e incremento de incidencia si se respetan todas las garantías con el esfuerzo que comporta. Y esto a día de hoy es una evidencia. Cuando hace un año, como responsable institucional y con el apoyo de muchas personas, pero también con dudas por parte de otras, lo defendí convencido, creo que en la USAL, también aquí en Ávila, fuimos pioneros. Me parece que la primera vez que se expresa en el sistema educativo español el sintagma ‘presencialidad segura’ es en la USAL en mayo de 2020. Cuando defendimos esto lo hicimos muy convencidos pero también asumimos, y yo en particular, una gran responsabilidad porque habíamos de garantizar con un despliegue de medios de prevención que no se producían riesgos.

A día de hoy tenemos una incidencia bajísima y estamos a mitad de un cuatrimestre marcado por la presencialidad segura. Es verdad que la cuarta ola es más suave en su incidencia que las anteriores, pero también nos mantuvimos en presencialidad en el mes de enero con una incidencia exterior a la universidad alta y en un mes de octubre que fue muy difícil por la situación.

La USAL es una de las pocas universidades españolas, y se pueden contar con los dedos de la mano, que no ha renunciado a la presencialidad ni un solo día en todo el curso académico. No podríamos decir esto hace un año y uno año después los hechos demuestran que es posible mantener el servicio público, la educación superior de calidad, sin renunciar a la presencialidad porque una universidad que haya realizado pruebas no presenciales, por ejemplo, ha renunciado a la calidad porque hoy todos los pedagogos y expertos educativos nos dicen que la renuncia a la presencialidad es una renuncia a la calidad en la educación.

¿Qué ofrece un campus como el abulense a los estudiantes?

Un campus como el de esta maravillosa ciudad patrimonial que es Ávila ofrece un entorno muy apropiado para el estudio, especialmente atractivo para estudiantes extranjeros que valoran la seguridad. Ofrece un espacio en el que no es necesario consumir tiempos en los desplazamientos, una atención muy personalizada en los centros, unas instalaciones que nos han permitido en un curso tan exigente como éste en términos de espacios y adopción de medidas atender a todos los estudiantes en condiciones óptimas, ofrece una tradición cultural relevante, que es la propia de esta ciudad con unos niveles educativos en la sociedad y el entorno elevados. 

Los abulenses son personas leídas e ilustradas, hay buenos equipos de investigación, profesores y profesoras comprometidas con las materias que explican. Hay otros lugares, otras universidades, donde los profesores, por ejemplo en Madrid, pueden tener cinco oficios y entonces dedicarles menos atención a sus estudiantes y sus tareas académicas pero esto no ocurre en Ávila. Nuestro claustro docente es muy comprometido con las titulaciones que imparten. Creo que Ávila se puede concebir como un espacio universitario y de educación muy apropiado por su tradición, características infraestruturales del campus, por las buenas titulaciones. Hay otro activo, que es la empleabilidad. Las titulaciones que se imparten en el campus de Ávila, las técnicas de ingenierías o el grado de turismo o de educación presentan unos porcentajes y tiempos de inserción laboral a los titulados óptimos y esto hoy en día para las generaciones que se incorporan a la educación superior y sus familias es algo muy importante. Estudiar algunas de las titulaciones de la USAL en Ávila representa una garantía de consecución pronta de un puesto de trabajo bien retribuido.

¿Qué proyectos de futuro tiene para las escuelas abulenses? Ya se conoce el nuevo máster en la Politécnica a punto de aprobarse pero ¿qué más hay pendiente?

La Escuela de Educación y Turismo también tiene algún proyecto de postgrado en el ámbito del turismo, que es una línea prometedora una vez se supere la crisis de la pandemia. Tenemos buenos equipos en turismo. Todo lo que, sobre todo en el ámbito del postgrado se proponga, lo vamos a impulsar. También nos gustaría impulsar ofertas formativas en el ámbito de la seguridad, necesitamos que las propuestas vengan desde los grupos pero vamos a intentar propiciarlas.

Hablaba ahora mismo de seguridad ¿Hasta qué punto cree que es importante que Ávila sea la sede Centro Universitario de Formación de la Policía Nacional ?

Ávila es la ciudad idónea para la formación de la Policía Nacional, lo ha sido durante décadas y lo va a seguir siendo. He trasladado en sucesivas conversaciones muy positivas a los responsables del Ministerio del Interior, la última la semana pasada, ese convencimiento y creo que hay una apuesta de inversión potente en Ávila que la USAL considera la elección correcta también. Yo creo que esta ciudad reúne las condiciones idóneas para la formación de los futuros responsables de la protección de nuestros derechos, que es la policía. Ávila es una ciudad que acoge convencida en sus gentes a los futuros policías, que se identifica con el cuerpo de Policía Nacional y que ofrece unas características de tranquilidad, de desplazamientos y hasta climatológicas adecuadas.

¿Cuál es la relación de la USAL con la Escuela de Policía y a qué aspira?

En estos momentos nuestros equipos están trabajando en la elaboración de los planes de estudios de los futuros grados y másteres para la formación universitaria de la Policía Nacional. Eso está ocurriendo en tiempo real, ahora, hay equipos que están elaborando el futuro título de grado y el futuro título de máster. Por supuesto, nuestros profesores y profesoras siguen formando en idiomas, psicología, derecho, tecnologías… a los policías nacionales. La Universidad de Salamanca lleva décadas formando a la Policía Nacional, en la colaboración con el centro adscrito, pero ahora esa formación va a adquirir una impronta universitaria oficial plena, con un nuevo título de grado y de máster, en el que están trabajando equipos de la División de Formación y Perfeccionamiento de la Policía Nacional junto a los equipos de la Universidad de Salamanca.

Sigue siendo una asignatura pendiente conseguir atraer a los alumnos a los estudios de ingeniería ¿por qué no se termina de conseguir?

Éste es un tema que me ha hecho pensar y trabajar mucho durante los últimos años. Hemos invertido como universidad mucho en promoción de las titulaciones técnicas en el campus de Ávila. Hemos priorizado en la promoción, a través de nuestras redes y también en colaboración con los medios, esa oferta formativa que es tan necesaria para Europa y que ofrece tan buenas oportunidades de inserción laborar a los titulados. 

Detectamos un déficit de vocaciones en el Bachillerato Tecnológico. Si el sistema educativo no trabaja e incentiva las vocaciones tecnológicas en la Secundaria, aunque las universidades y la USAL en el campus de Ávila hagamos un esfuerzo extraordinario para atraer a esos perfiles, ya partimos de un número potencial de matriculables reducido por la menor elección de Bachillerato Tecnológico en ese nivel. Así que los deberes de impulso de las carreras técnicas por nuestra parte están hechos. Tenemos buenas titulaciones, buenos grupos, buenas instalaciones, visibilizamos eso, pero si en la Secundaria las autoridades educativas responsables de ese nivel no trabajan por incentivar la elección de ese itinerario y en particular por corregir la brecha de género que se produce en ese itinerario, nuestras posibilidades de corregir ese porcentaje reducido de matriculados se ven mermadas.

Este es mi diagnóstico y lo expreso después de tres años de seguimiento de esta cuestión porque desde la USAL hemos hecho extraordinarios esfuerzos por incrementar la matrícula pero si el número de potencial de matriculables que salen de la Secundaria está reducido respecto a otros itinerarios, ya la posibilidad de captar estudiantes se ve muy afectada. Y creo que esta es una cuestión que los responsables del sistema educativo se deberían tomar muy en serio por razones de empleabilidad, porque Europa demanda muchos ingenieros y muchas más ingenieras y no informar mejor sobre los resultados de sus opciones de itinerarios a los estudiantes de Secundaria me parece un error estratégico de los poderes públicos responsables de la educación de este país.

¿Qué tal ha sido la integración de los estudiantes de Enfermería en el campus de la Politécnica?

Todos los datos y percepciones que yo recibo son positivas. Les he pedido a mis colaboradoras del Rectorado que sumen las visitas para ver si soy el rector que más ha el campus de Ávila o uno de los que más. He venido también en el año de la pandemia, no he dejado de estar pendiente de lo que ocurría aquí y lo que la directora de la Escuela me ha resaltado es que ha sido positivo. Supone una mejora en cuanto a la calidad de las instalaciones, su integración en la oferta académica general, potencia el campus como un espacio de convivencia de jóvenes con distintos futuros profesionales pero que al final quieren compartir una experiencia generacional. Todos los jóvenes quieren compartir con otros jóvenes su momento universitario, incluso en un año tan difícil como éste. Y todo lo que sea formación de profesionales sanitarios merece todo el esfuerzo y atención.

¿Qué habría que potenciar de las titulaciones de Ávila?

Hay que seguir visibilizando, promocionando las titulaciones, tenemos profesoras y profesores con mucha vocación y buenas capacidades, buenos grupos de investigación. Esas plantillas han sido en parte reforzadas con nuevas plazas de ayudante de doctor pero hay que perseverar en ese objetivo y estamos trabajando en una oportunidad que existe y ya está, salvo este paréntesis de la pandemia, con la internacionalización. Muchos de estos títulos no encuentran una demanda suficiente entre los matriculables nacionales, así por ejemplo las ingenierías porque tenemos pocos estudiantes de Bachillerato Tecnológico. Si consiguiéramos atraer a estudiantes internacionales a estas titulaciones corregiríamos en el corto plazo la brecha que se produce entre lo que ofrecemos, que es de buena calidad, y la demanda, que está muy afectada por lo que se produce en el nivel de la enseñanza Secundaria.

Y luego turismo, siempre se ha desplegado en los últimos años gracias a una demanda internacional que hay que seguir cultivando y lo estamos haciendo. Este próximo curso académico en colaboración con la Diputación Provincial tenemos un acuerdo de promoción que beneficia al entorno de Ávila y al proyecto de la USAL.

Comentaba precisamente ahora de ese acuerdo ¿Cómo van la relaciones con la ciudad dado que hay varios proyectos con el Ayuntamiento y la Diputación?

He tenido un último acuerdo con el presidente de la Diputación para firmar un convenio de colaboración por el que los grupos de investigación de la Escuela Politécnica participan en prevención de riesgos de incendios. Esa colaboración es muy fructífera y en general estamos abiertos a cooperar con todas las instituciones para que consigamos que Ávila sea percibido y se despliegue como una ciudad universitaria.

Hace poco el secretario del PSOE en Ávila, Jesús Caro, en una reunión con usted, pedía la potenciación del campus abulense ¿qué papel cree que tiene la universidad en esta ciudad?

La universidad en todo su entorno se tiene que comprometer no solo con el cumplimiento de sus funciones básicas, formar a los futuros profesionales y la USAL está formando a profesionales de enfermería, ingeniería, educación, turismo, que son líneas muy importantes para la sociedad contemporánea. También tiene que cumplir una función básica de creación del conocimiento y hay buenos grupos de investigación trabajando. Pero igualmente en el desarrollo, no solo creando esas oportunidades porque vengan estudiantes extranjeros y haya una dinámica de creación de oportunidades, sino porque la palanca de la transformación económica que se intenta impulsar de Europa en clave de sostenibilidad y digitalización requiere de los grupos de investigación que están en las universidades. Así que nuestros grupos en turismo y en ingeniería podrían cooperar con las instituciones locales, y siempre hemos estado abiertos a hacerlo y ahora también, por ejemplo, en la captación de fondos de recuperación del instrumento de resilencia europeo y español. Esto lo estamos haciendo con las instituciones en todos nuestros campus y por supuesto el de Ávila es igualmente prioritario. Siempre que cualquier institución abulense solicite la colaboración de la USAL para la realización  de oportunidades a través de esos programas u otros vamos a estar ahí.

Más allá de esta relación que hay con las instituciones ¿cómo es la que tiene la universidad con Ávila?

Ávila es una ciudad con una tradición intelectual y cultural admirables para la Universidad de Salamanca. Venía leyendo un libro que dedicó Aranguren a la figura de Unamuno. Ávila evoca uno de nuestros grandes filósofos del siglo XX que es el profesor Aranguren pero Ávila también evoca la Ley Perpetua, ahora que conmemoramos el quinto centenario de las comunidades de Castilla. En esta ciudad de libertades y defensa de la democracia está el recuerdo de esta protoconstitución, de ese antecedente constitucional. Y Ávila también evoca la figura de Adolfo Suárez, que es egresado por la Universidad de Salamanca, y ese centro de formación que esperamos que se adscriba, ese es el compromiso del Ministerio del Interior, a la Universidad de Salamanca, y Ávila está en la memoria de muchas profesoras y profesores que, aunque ahora se encuentren en otros campus, han impartido docencia en los centros abulenses y se sienten muy vinculados. 

Hay muchos abulenses que han estudiado en la USAL, alumni abulenses de la USAL. Formamos parte de una universidad que está desplegada en un territorio que es universal porque también hay muchos alumni de la USAL en todo el mundo y hay alumni de la USAL que se han formado en Ávila, y han estudiado español para extranjeros en Ávila o turismo o una ingeniería y ahora están en China, Marruecos, Bolivia… y se acuerdan de su vivencia universitaria entre las murallas de Ávila.

Éste sería, en principio, su último año de mandato en la Universidad de Salamanca ¿qué planes tiene de futuro?

Yo cada día me levanto con el mismo objetivo: trabajar, trabajar, trabajar. Intentar que las cosas salgan bien, estar pendiente de las necesidades de todas las personas de la comunidad universitaria en nuestros cometidos esenciales. Educación de calidad, producción investigadora, colaboración con el entorno. La verdad es que eso lleva mucho tiempo.