El Real Ávila 'baila' bajo la lluvia

A.S.G.
-

2
Real Ávila
1
Cristo Atlético
Finalizado
Victoria de mucho mérito de los encarnados ante el Cristo Atlético en una tarde de perros en el Adolfo Suárez. Primera parte frenética y segunda para reafirmar el resultado. De Mesa pone el juego y Alberto las paradas

El Real Ávila bailó bajo la lluvia. Ofreció su mejor ‘concierto’ hasta la fecha en una tarde desapacible y preciosa a partes iguales. Pero sobre todo frenética, con uno de esos partidos, en especial  la primera parte, que enamoran a los aficionados y desquician a los entrenadores. Porque el partido se decidió en las áreas, repletas de errores y aciertos.En una tarde de perros los encarnados apostaron por el ‘rock & roll’ ante un Cristo Atlético que llegaba con la defensa como virtud –en 13 jornadas únicamente habían encajado 8 goles– pero que se marchó con dos goles en el morral y la posibilidad de haber sido alguno más. Tuvieron las suyas, sobre todo Charaf, que ofreció un recital por todo el césped, pero se encontró con un Real Ávila coral donde la voz cantante la llevaron De Mesa, Manu Moreira y Alberto, al que habría que hacer un monumento. Llegó por casualidad hace un año cuando Nauzet dejó huérfano al equipo buscando los minutos que no tenía en el Mérida. Bendita casualidad.

Qué poco tardó el Cristo Atlético –minuto 2– en dejar su carta de presentación en el Adolfo Suárez y qué poco tardó en  marcar sus dominios Alberto, que sobre la línea desviaba con la puntera un remate a un palmo de distancia de Charaf. Yno tardó en dar su réplica el Real Ávila aunque el disparo de Rubo, que regresaba al césped tras su lesión, salió mordido.

El partido era en un ida y vuelta, acelerado, vertical, precioso para el aficionado y cardiaco para los entrenadores.Se anunciaba un partido muy igualado pero la igualdad la rompía el Real Ávila en los primeros cinco minutos, los que tardó Abel en fallar en la salida y regalar el esférico a De Mesa en la frontal. Su disparo lo tocó con la mano Miguel, pero no lo suficiente. El balón entró manso (1-0) mientras los palentinos maldecían el regalo. En una tarde heladora en el Adolfo Suárez era De Mesa el que empezaba caliente.

Tenía que reaccionar el equipo de Rubén Gala. Tuvo una gran falta Álvaro desde la media luna pero el lanzamiento se le marchó por encima del larguero. Poco después sería Abajo –minuto 16– el que probaría suerte con un balón suelto en el área. Alberto miró cómo se marchó por encima. Arreciaba la lluvia y arreciaban las ocasiones del Cristo Atlético, espoleado por el 1-0 en el marcador. Empezaba a sumar ocasiones el equipo palentino. Álvaro le tenía tomada la media a Sito. La primera la evitó Alberto cuando disparó cruzado desde el vértice del área pequeña, la segunda la desvió a córner. El preludio del 1-1. Porque a renglón seguido –minuto 22– Abajo entraba con todo en el área pequeña para rematar, de primeras y sin dejar botar el esférico, fuerte y potente para hacer el empate.

Poco, muy poco, le duró la alegría al equipo palentino.  Un minuto, lo que tardó Manu Moreira en agarrar el balón, meterse en el área rival y sacarle el penalti a Charly. No dudó Rivera García en señalar los once metros y no dudó Rubo en lanzarlo. Fuerte, engañando a Miguel y poniendo el 2-1 en el marcador en su regreso de nuevo a los terrenos de juego. El partido era todo lo contrario a lo previsto, un ida y vuelta.Peli y Jorge eran espectadores en ataque y currelas en defensa, donde se multiplicaban los conatos que sofocar.

Se sucedían las ocasiones y tuvo en sus botas Javi De Mesa el 3-1. Más claro imposible. Midió mal Charly en el corte, corrió De Mesa hacia el área rival y en el mano a mano ante Miguel disparó duro pero demasiado centrado. La mano de Miguel estuvo a la altura de lo que necesitaban los suyos. Necesitados del empate el 3-1 hubiera sido demoledor.  No estaba dispuesto a ser espectador un Cristo Atlético que dejó claro que el balón parado es una de sus mejores armas. El 1-1 llegó de córner y el 2-2 pudo llegar de la misma manera. Esta vez Fraile vería como su potente cabezazo se marchaba fuera.

Entre la marabunta se marchó el partido a vestuarios y a la vuelta no tardó el Real Ávila en lanzarse a por el tercero. Doble ocasión y doble oportunidad para Moreira. Primero fue el larguero el que desvió el disparo del extremo salmantino. Después no encontraría puerta por poco cuando remataba  tras una preciosa jugada de Javi De Mesa. Quería liarla Rubo y se quedó cerca de firmar un golazo cuando –minuto 56– Mayorga, con una preciosa asistencia, habilitó al ‘9’ para que buscara el remate por encima de Miguel, que sólo pudo seguir el cuero con la mirada. Buscó la sentencia unReal Ávila que pareció gastar sus últimas balas. Era el momento de otro fútbol. El 2-1 sonreía a sus intereses.  

Con el paso de los minutos el partido empezaba a perder velocidad. Demasiado desgaste entre dos equipos que lo dieron todo en el primer tiempo pero que aún darían en el segundo.Entraba el partido en los últimos 15 minutos y le metían los palentinos una marcha más. Le empezaba a costar al equipo encarnado estirarse. Quería dormir el Real Ávila el partido, no  podía permitirlo el Cristo Atlético, que quería pero no terminaba de encontrar el cómo. Se protegía Jonathan Prado. Sergio Rivera por Mayorga. Todo lo contrario hacía Rubén Gala.Vallecillo al césped y todos al remate. Acumulaba el Cristo Atlético gente en la frontal. Buscaba su última oportunidad ante un Real Ávila refugiado en su campo. Eran minutos para sufrir.Perdió el balón el Real Ávila, se lanzó a por el empate el Cristo Atlético lo que estuvo cerca fue el 3-1 de manos de  Guille Velayos tras una recuperación. Era un tres para uno pero se le vino el mundo encima. No supo lo que hacer.El balón acabó en córner. Pudo lamentar el Real Ávila la ocasión. Porque el partido se cerró con un último córner de los palentinos.  Hasta el portero subió al remate, pero el Ávila mantuvo el tipo.