300.000 euros para actuar tras el fuego de la Paramera

Ical
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El Consejo de Ministros aprueba la segunda fase, tras los 700.000 euros a los que dio luz verde a finales de septiembre. La intervención de emergencia medioambiental en el incendio se iniciará de inmediato

La lluvia aumenta el problema de contaminación del agua

El Consejo de Ministros tomó razón de la declaración de emergencia para la realización de actuaciones de recuperación medioambiental de las áreas afectadas por el incendio forestal de la Paramera, por un importe de 299.862 euros. La intervención comenzará de inmediato ante el riesgo de que las lluvias de otoño agraven los procesos de erosión de los suelos y la pérdida de valor ecológico de una zona incluida parcialmente en la Red Natura 2000.

Estas actuaciones urgentes garantizarán la pervivencia del bosque, los usos ambientales, paisajísticos, sociales y de recreo de los terrenos forestales y facilitarán la restauración integral, por parte de la comunidad autónoma, de los espacios dañados a más largo plazo.

La ejecución de las obras de emergencias ha sido encargada por la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Miteco a la empresa Forestación y Repoblación S.A (Foresa), con un plazo de ejecución de seis meses.

Para paliar la situación de emergencia provocada por el fuego se han puesto en marcha acciones como trituración de árboles en pie; construcción de fajinas y diques de mampostería hidráulica para evitar la erosión y para retener sedimentos y laminación de cauces y para defensa del suelo mediante la realización de 'helimulching' (arrojar paja desde un helicóptero) y 'mulching' o acolchado de astilla repartida en el terreno. Asimismo se procederá a la mejora de masas forestales y plantación de frondosas para protección del suelo en zonas húmedas, obras de drenaje y retirada y sustitución de cerramientos ganaderos en las zonas próximas a carreteras y vía públicas para evitar el riesgo de accidentes de tráfico por colisión con el ganado.

El incendio declarado el 14 de agosto, entre los municipios de Sotalbo y Navalacruz, alcanzó una extensión de 22.000 hectáreas, convirtiéndose en uno de los peores incendios de la historia de Ávila y de Castilla y León, que afectó en un 30 por ciento al espacio natural protegido de las Sierras de la Paramera y Serrota, un enclave incluido dentro de la Red Natura 2000.

El Consejo de Ministros del pasado 28 de septiembre declaró una primera fase de las obras de emergencia para la restauración de esta superficie quemada de Navalacruz, por importe de casi 700.000 euros, que fueron encargadas, por la Dirección General de Biodiversidad del Miteco, al medio propio Tragsa. El acuerdo aprobado este martes abre la puerta, por tanto, a la segunda fase las actuaciones.