Un matrimonio no muy bien avenido

Javier M. Faya (SPC)
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Las relaciones entre populares y liberales son más que mejorables en Madrid, si bien Andalucía o Castilla y León constituyen los modelos a seguir

Un matrimonio no muy bien avenido

Lo niegan por activa y por pasiva. Ni va a haber moción de censura en el Parlamento de la Comunidad de Madrid ni va a haber elecciones anticipadas, y eso que las relaciones entre los dos números uno del PP y Ciudadanos en la región, Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado, están prácticamente rotas con acusaciones mutuas de deslealtad, incluyendo críticas del consejero naranja de Políticas Sociales, Ignacio Reyero, sobre el propio Ejecutivo autonómico. Pero eso poco importa a Pablo Casado e Inés Arrimadas, que están dispuestos a llegar a más acuerdos entre los dos partidos.    

Yes que la experiencia en Andalucía, donde gobiernan las dos fuerzas desde enero de 2019, es muy positiva. Mucho tiene que ver la excelente sintonía entre el presidente popular, Juanma Moreno, y el vicepresidente naranja, Juan Marín. De hecho, se les puede considerar amigos. No en vano, poco antes de las elecciones de 2018, recordaba el liberal en privado que el conservador le había confesado que estaba buscando trabajo porque barruntaba un desastre del PP en los comicios sureños. 

Antes de la pandemia parecía que, poco a poco, la región iba remontando el vuelo en lo que a empleo y sanidad se refería. 

El caso de Castilla y León es curioso. Desde que se celebraron los comicios autonómicos del 26 de mayo, el líder de los naranjas en la región, Francisco Igea, no se cansaba de decir que prefería pactar con los socialistas, que habían ganado ampliamente en las urnas. Sin embargo, unidos ante la adversidad y la desgracia, conservadores y liberales no presentan a día de hoy fisuras y serían otro posible modelo a seguir.

Tampoco parece que las haya en la Comunidad de Murcia, si bien la semana pasada hubo  una pequeña crisis en el Gobierno municipal de la capital al apoyar los ediles de Cs un plan de reactivación auspiciado por PSOE y Podemos.  

En el horizonte más cercano aparecen los comicios del 12 de julio en Galicia y País Vasco, donde PP y Cs buscaron una coalición, algo que no lograron Casado y Arrimadas en la primera comunidad por la feroz oposición del líder de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y sí en Euskadi. 

Tras la traumática salida del exministro Alfonso Alonso, Carlos Iturgaiz pasó a capitanear la primera alianza oficial entre las dos formaciones -hubo algo parecido con Navarra Suma, si bien ahí se unió UPN-, aunque causó malestar entre ciertos dirigentes naranjas una entrevista en este medio en la que señalaba que los votantes de Ciudadanos y Vox saben que tienen en el PP «la casa común». «Son declaraciones de hace más de tres meses y poco tienen que ver con la coalición constitucionalista que hemos conseguido formar en el País Vasco y que Carlos Iturgaiz está liderando magníficamente. Somos partidos diferentes, pero liberales y conservadores nos unimos ante esa cita con las urnas para que no se pierda ni un solo voto de quienes creen en la libertad, la igualdad y la unión», señalan desde Alcalá 253, la sede central de Ciudadanos. Ahora falta por ver qué pasará en Cataluña.