El papel de los veterinarios en los festejos taurinos no solo es muy importante sino que está regulado tanto en el Reglamento General Taurino como en el Reglamento de espectáculos taurinos populares de Castilla y León, las dos principales normas en esta materia de esta Comunidad Autónoma. Y es que no solo ejercen de asesores del presidente de la Plaza, sino que los veterinarios son también los encargados de redactar los informes de aptitud de las reses que, junto con los certificados de nacimiento de los animales, acompañan el acta que se emite después de cada festejo. Estos profesionales, además, también deben estar presentes en el momento del desembarque de las reses en la plaza y realizar posteriormente un reconocimiento de los animales destinados a la lidia, así como finalizada la misma realizar los oportunos reconocimientos «post mortem» de las reses. Pero no solo se encargan estos profesionales de garantizar que toros y novillos reunan las condiciones físicas óptimas y documentales para la lidia y de certificar la integridad de los cuernos del animal sino que también es objeto de los veterinarios de espectáculos taurinos comprobará que los caballos que participan en estos festejos se encuentren «convenientemente domados y que tienen movilidad suficiente».
Además, en los festejos populares, que son los más habituales en esta provincia, los veterinarios se encargan de comprobar el origen del animal y la edad, en este caso a través de los certificados de nacimiento, y los DIB (documentos de identificación bovina).
Para las corridas de toros y novilladas con picadores se designarán tres veterinarios y dos para los demás festejos y, como establece el reglamento, estos veterinarios percibirán los honorarios correspondientes a cargo de la empresa organizadora del festejo.
Sin embargo, y tal y como establece el Reglamento General Taurino de Castilla y León, los veterinarios de plaza deben de cumplir con una serie de requisitos, además de figurar en un listado que los Colegios Profesionales de Veterinarios de cada provincia remiten a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en dicha provincia en el primer trimestre de cada año. Así, a estos veterinarios se les exige una formación y especialización técnica adecuada para la realización de las funciones que les corresponden dentro de los espectáculos taurinos de modo que para figurar en esta relación se debe ser licenciado en veterinaria, estar integrado en alguno de los Colegios Profesionales de esta profesión en la Comunidad de Castilla y León y disponer de formación técnica adecuada para realizar las funciones establecidas en el Reglamento que se obtiene a través del Curso Básico de Espectáculos Taurinos que imparte el Consejo General de Colegios Veterinarios.
baremo. La participación de los veterinarios en este tipo de eventos es, lógicamente voluntaria, y de hecho en estos momentos y hasta el próximo 20 de diciembre el Colegio Oficial de Veterinarios de Ávila tiene abierto el plazo para que los profesionales de esta provincia que así lo deseen se inscriban en el Registro de Veterinarios Especialistas en Espectáculos Taurinos. Una vez se cierre el plazo de inscripción, una comisión se encargará de valorar los méritos de cada uno de los candidatos, a los que posteriormente se comunicará la puntuación obtenida. Una vez atendidas las diferentes alegaciones se prodecerá a la elección de plazas en función del lugar que cada veterinario inscrito ocupe en este registro ocupe en el baremo de méritos. En el presente ejercicio 87 veterinarios abulenses han formado parte de este listado. Esto supone que el 35 por ciento de los 246 colegiados abulenses en activo, ya que el Colegio Oficial de Veterinarios de Ávila cuenta con 513 integrantes, ejercen como veterinarios de espectáculos tautrinos.