Un patrimonio muy bien gestionado

I.Camarero Jiménez
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En el proceso de implantación del proyecto Smart Heritage City (SHCity) se han monitorizado 26 monumentos y edificios para 'vigilar' diferentes variables que a futuro permitirán no tener que reparar sino sólo mantener nuestra riqueza patrimonial

El proyecto Smart Heritage City (SHCity) llegará a su fin cuando expire 2018, pues para entonces se habrán cumplido los 30 meses de recorrido que ha permitido «que Ávila se consolide como ciudad patrimonial inteligente». Pues precisamente de eso trataba el proyecto, de la gestión de la que es una de las Ciudades Patrimonio Mundial de la Humanidad aplicando la tecnología de forma especial a su patrimonio.

La iniciativa, dotada con un presupuesto cercano a 1,2 millones - en el marco del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), programa europeo Interreg V Sudoe- y de la que participa el Ayuntamiento de Ávila pero también la Fundación Santa María La Real- ha logrado implementar en Ávila una plataforma tecnológica, con la que el Ayuntamiento ya ha anunciado que hará todo lo posible por quedársela y  que  por tanto a futuro permitirá facilitar la gestión y conservación de nuestro conjunto histórico así como su dinamización turística, pues con el proyecto ha nacido también una nueva app muy útil para los visitantes.

La teniente de alcalde de Hacienda e Innovación Tecnológica, Belén Carrasco; Begoña García, coordinadora del proyecto en la Fundación Santa María la Real; y Andrea Rodríguez, responsable de Comunicación y Capitalización de la Secretaria Conjunta del Programa Interreg SODOE, han sido las encargadas de presentar los resultados de este proyecto que entre otras cosas ha desvelado la «muy buena gestión de nuestro patrimonio en la actualidad y en el pasado» pero que también permitirá que la tecnología aplicada a los monumentos (a través de sensores o cámaras de conteo por ejemplo) nos adelante el deterioro monumental y así conseguir que no haya que reparar sino mantener esa joya que tenemos en el patrimonio.

En aras a esa prevención por ejemplo ya se han tomado varias decisiones una de ellas pasa por aplicar en la puerta de San Vicente un control de gálibo que se está instalando en estos días para evitar accidentes, explicaban. Otro de los pasos que se dará afecta a otro de los monumentos que se han monitoreado y que es el palacio de Superunda o Caprotti para el que se ha proyectado una ventilación mecánica. Y es que parte de ese proyecto precisamente es la monitorización de nada menos que 26 espacios (uno de ellos el palacio de Los Verdugo donde ayer se presentaban las conclusiones) a través de 230 puntos de control o sensores que permiten conocer datos en tiempo real de una veintena de parámetros ambientales o estructurales, así como otros relacionados con la seguridad, el consumo energético o el número de visitantes.

Los datos recogidos por los sensores se suman a los derivados de otros sistemas ya existentes, generando un flujo de información de más de 1.000 datos por hora, que facilita el trabajo de los gestores. ¿Cómo? Sencillo, desde el Ayuntamiento de Ávila, por ejemplo, ya tienen acceso a un panel de control en el que, a través de un modelo 3D de la ciudad, pueden acceder online, a la información de cada uno de los edificios monitorizados. De este modo, sabiendo lo que ocurre en cada uno de ellos, con información objetiva y precisa, pueden mejorar el diagnóstico y la toma de decisiones. Además, la plataforma, les alerta en el caso de detectar algún riesgo o parámetro descontrolado para que puedan reaccionar de modo inmediato. Por ejemplo, si se detecta una situación de humedad o temperatura excesivas o si registra un número descontrolado de visitantes saltará una alerta en la pantalla del panel de control, para que el encargado de supervisar los datos pueda actuar en el momento.

La intención es poder exportar el modelo a otros lugares en pro de una gestión eficiente gracias a esa tecnología en la que en el caso de Ávila ha sido clave el carácter multidisciplinar. Con él además llega una nueva app para los turistas, ya disponible para descarga mediante un código QR, aprovecha la información captada por los sistemas de monitorización, dándole un enfoque más divulgativo, orientado a concienciar a los visitantes y a la sociedad en general de la importancia de preservar adecuadamente el patrimonio. Además, permite al usuario diseñar sus propias rutas por la ciudad, valorando el tiempo del que dispone, los espacios de interés más cercanos a su ubicación o aquellos en los que tendrá que esperar menos tiempo para acceder, porque registran un menor número de visitas en ese momento.