UPA-Ávila denunció hoy el "drama" que está viviendo un ganadero de El Herradón de Pinares que desde su incorporación al sector, en febrero de 2019, hasta el día de hoy ha sufrido varios ataques de lobos en su explotación.

La organización explica que a los siete animales que ha perdido hasta la fecha, el último esta misma semana, hay que sumar los daños "cuantiosos" acumulados que ha tenido que asumir en estos meses en concepto de viajes para las gestiones derivadas de los ataques, en veterinarios, en alimentación extra por tener que encerrar al ganado y en abortos del resto de su ganado.

Agrega UPA en un comunicado, que las pérdidas de animales en algunos casos han sido de novillas de recría de más de un año cuya indemnización no ha llegado ni al 50 por ciento del valor real que tendrían en el mercado.

UPA-Ávila denunció, en este contexto, la "desesperación" de este ganadero y del resto de productores de este municipio. “Cuando no soy yo la víctima es otro compañero, pero de continuo los lobos acaban con la ilusión que tenemos, y también con el patrimonio que nos ha costado mucho tener”, recordó el afectado.

La opa destacó que la situación "límite" en la que se encuentran los ganaderos es absoluta dado que a día de hoy "resulta prácticamente inviable mantener una explotación, con cargas económicas muy elevadas, que deben asumir sin el valor de unos terneros que son atacados por los lobos cada vez con más frecuencia".

UPA-Ávila recordó que la provincia de Ávila ocupa el primer puesto del ranking de lobadas y animales muertos, no solo a nivel regional sino a nivel nacional, siendo víctimas la mayor parte de ganaderos de extensivo de la provincia como consecuencia de la expansión "absolutamente descontrolada de lobos en nuestro territorio".

La opa hizo un nuevo llamamiento a la Junta de Castilla y León para que se haga cargo de la situación que sufren los ganaderos abulenses. "El destrozo que padecen las ganaderías de vacuno y ovino no puede convertirse en algo habitual, sin que se tomen medidas urgentes desde la administración competente", resumieron.

"Los dramas y desastres personales que sufren muchos profesionales titulares de explotaciones familiares ganaderas de nuestra provincia no deberían caer en saco roto, y tendrían que ser motivo suficiente para que el Gobierno regional actuara de inmediato con un serio trabajo de controles poblaciones y de indemnizaciones ajustadas al valor real de las pérdidas que se acumulan cada vez que hay un ataque", concluyeron.