El ‘más difícil todavía’ que abandera el circo volvió a comprobarse este domingo en las plazas y palacios de la ciudad abulenses, dentro de la programación del primer Festival Internacional de Circo de Castilla y León, que ha venido desarrollándose desde el pasado jueves y que se clausuró este domingo con un nivel muy alto en las propuestas planteadas por las compañías circenses participantes. La actividad fue constante en esta última jornada, tal y como ha venido sucediendo a lo largo de los días en los que se ha desarrollado esta propuesta novedosa de la Junta de Castilla y León, propuesta con afán de continuidad, que espera que Ávila se convierta en un referente de exhibición de las artes circenses a partir de ahora, cada año.

A las 11,30 horas, los jardines del Rastro volvieron a acoger el taller de Paramotion Films, una compañía española que dirige El circo de la plasti, actividad para los niños consistente en crear con plastilina personajes de circo que luego son expuestos al público. A las 12,00 se abrieron en la plaza de la Catedral los espacios dedicados a los juegos de habilidad y también el espectáculo de cortos que se exhiben en la pequeña furgoneta y que son una idea de Tombs Creatius (España). Asimismo, a esa hora, y también dentro de la modalidad de Cir&co tradicional, la plaza de Adolfo Suárez se llenó de público para poder participar en alguna de las propuestas circenses planteadas en ese lugar (carrousel, barracas, circo magia, circo mecánico, carpa, circo de feria, sombras...) denominado Nautilus (La Baldufa. España). Además, La cabeza parlante (Teatro Diadres. España), Le Musée del Oubliettes (La Muse de Jaracasse. Francia), Cine-Sirk (Cirque cirqulaire. Bélgica) o Théâtre d´ombre (Ray Mundo Theater. Francia) fueron las otras propuestas que se plantearon en esta plaza y que se desarrollaron en dioferentes pases durante todo el día. En este punto, cabe destacar una pequeña incidencia y es que, durante el espectáculo, uno de los componentes de la compañía Teatro Diadres sufrió la dislocación de un brazo y hubieron de suspender la función durante la tarde. Una de las novedades de este festivas llegó a las 12,00 horas de la mano de la compañía española, concretamente burgalesa, Cal y Canto. El espectáculo denominado Colombululú hizo las delicias de un público que no pudo sobrepasar las 55 personas, aproximadamente, puesto que así lo requería la propuesta, y que se desarrolló en el patio del palacio de los Verdugo. La propuesta la llevó a cabo de forma magistral una de las tres compañías de Castilla y León que han participado en el Festival, incluido en lo que la organización ha determinado como Cir&co selección. Con una escenografía de circo de barraca, la propuesta forma parte de la tipología basada en esperctáculos que se adaptan al espacio con el fin de dar protagonismo a este. Ese diálogo entre el patio del palacio de los Verdugo y el propio montaje fue más que patente. Una estructura poliédrica y dos artistas hicieron posible una magnífica representación en la que se contaba, de forma muy inteligente y con una elegantísima clave de humor, la historia de Cristóbal Colón. Los títeres de guante, los decorados de cartón piedra y una serie de complementos muy  ingeniosos provocaron un impacto muy positivo entre el público, que pudo contemplar esta original y muy bien resuelta propuesta también en un pase de tarde, a las 18,00 horas.