El Día Forestal Mundial, popularmente conocido como Día del Árbol, se conmemoró este domingo en Arévalo recorriendo en grupo los cuatro kilómetros del paseo fluvial de la capital de La Moraña. La actividad, organizada por el Ayuntamiento arevalense, buscaba poner en valor ese entorno natural privilegiado que atesora una innegable riqueza paisajística, con los árboles como principales protagonistas. Más de sesenta personas acudieron a la cita, una participación destacada no solo en cantidad, también en calidad, ya que buena parte de los asistentes plantearon propuestas y sugerencias en cuanto tuvieron ocasión de hacerlo a petición de Francisco Durán, el técnico encargado de coordinar la actividad, ofrecer la charla e ir guiando la visita al paseo fluvial.

El acto conmemorativo del Día del Árbol comenzó en el Molino de don Álvaro de Luna, donde el alcalde de Arévalo, Francisco León, acompañado por los concejales Julio López y María Luisa Martín, dieron la bienvenida a los asistentes.

Con el rumor de las aguas del río Adaja de fondo y los árboles del bosque de ribera a punto de brotar,  Francisco Durán ofreció una charla en la que destacó precisamente la importancia de los bosques y el valor de los árboles coincidiendo con el Día Forestal Mundial. 

El paseo fluvial protagoniza el Día del Árbol en ArévaloY desde allí, el grupo se dirigió a una zona preparada de antemano para llevar a cabo una «plantación simbólica» de álamos y ciruelos en la que participaron las personas que se ofrecieron voluntarias. «Aquellos a los que les hacía especial ilusión plantar un árbol», apuntó Durán.

Fue entonces cuando el grupo inició el recorrido por el paseo fluvial de Arévalo, caminando junto al río Adaja para ir hacia el encuentro del Arevalillo en una mañana soleada y agradable en la que lo importante era «abrir los ojos» de los asistentes, que vieran con otra perspectiva lugares cercanos pero de un gran valor ambiental y paisajístico como ese. 

«Hemos ido recogiendo opiniones y propuestas de los asistentes, sugerencias ciudadanas sobre cómo podemos mejorar ese entorno», apuntó Francisco Durán, cuyas explicaciones fueron aderezadas durante el recorrido por los versos que recitó el poeta arevalense Segundo Bragado, que también asistió a la ruta.

La nota artística también la pusieron las siete esculturas de hierro reciclado de Juan Jesús Villaverde que jalonan el paseo fluvial, todas ellas inspiradas en la naturaleza. Desde un abeja hasta una garza pasando por unos pelícanos. También el artista participó en el evento, explicando al público el sentido de sus esculturas.

A lo largo del recorrido también intervinieron miembros del club de senderismo y de la Asociación Cultural La Alhóndiga, enriqueciendo el recorrido por el paseo fluvial con sus aportaciones.